Para muchos existe un misterio detrás de la enfermedad de Lyme por ser tan difícil de diagnosticar.
Hace un par de semanas, pasaba por Netflix sin saber qué buscaba, y llegue a una serie/documental llamada ‘Afflicted’. Esta trata siete casos de personas con enfermedades crónicas, casi siempre sin diagnóstico claro y que comparten el hecho que quienes están a su alrededor piensan que todo está en sus cabezas.
No soy crítica de televisión, pero lo que sí puedo decir es que llamó seriamente mi atención y mi compasión, el escepticismo de la humanidad actual. Aunque cada uno de los casos tenían condiciones diferentes, a muchos les terminaban diagnosticado la enfermedad de Lyme. Esto puede comenzar a hacerles una idea de lo controversial, crónica y difícil de diagnosticar adecuadamente que es esta enfermedad.
¿Qué es la enfermedad de Lyme?
Esta es una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de una garrapata. Esta picadura puede ni sentirse, por lo tanto, muchas personas no saben por lo que están pasando sus cuerpos. Durante el tiempo que está ahí, las bacterias de la garrapata se pasan al organismo y es ahí cuando se infecta de la enfermedad de Lyme.
Esta suele esconderse atrás de otras afecciones, como un síndrome de fatiga severo, fibromialgia, lupus, meningitis, encefalitis, hasta depresión o ansiedad, por lo cual normalmente es difícil de diagnosticar o se determina después de haber pasado por varios diagnósticos. Incluso, igual que en el documental, la mayoría de veces el paciente es derivado a un psiquiatra, ya que los exámenes clásicos salen limpios.
La necesidad de actuar de inmediato
Actualmente, el alcance de esta enfermedad es muy grande. Aunque descubierto a tiempo es mas fácil de controlar, son muy reducidas las veces que se logra este tipo de diagnóstico. Cuando la enfermedad tiene más de seis meses de evolución (como sucede en la mayoría de casos) es probable que la infección se haya extendido o que ya esté afectando gravemente el organismo de la persona. Esto puede desencadenar una enfermedad autoinmune crónica, que afecte a la calidad de vida severamente y para siempre.
Conocerla para combatirla
Aunque claramente es una enfermedad orgánica que debe ser tratada por médicos especializados, la necesidad de concientización y de un trabajo integral es importante. Nunca se sabe demasiado y necesitamos estar en constante aprendizaje porque a veces (como en muchos de los casos de esta enfermedad), sólo es el que investiga, el que puede pedir verificar si es esta la enfermedad que padece (ya que en la actualidad muy pocos médicos analizan la posibilidad).
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Otro factor a tomar en cuentas es que debemos practicar más la compasión. Si una persona dice que está sufriendo, debe de estarlo. Como decía uno de los casos de la serie: “¿Quién en el mundo quisiera gastarse miles de dólares mensualmente en un dolor, en un sufrimiento inexistente?, ¿quién va a querer vivir de esa forma, sin calidad de vida?”
Por Psic. Cl. María José Barredo S.
Máster en Cuidados Paliativos y Psicoterapia
mjosebarredo@gmail.com