Arcadio Arosemena Gallardo (86) y Carmen Robles Uzcátegui (82) tienen 60 años de matrimonio y una familia con 5 hijos, 14 nietos y 10 bisnietos.
Si bien la historia de cómo se conocieron Arcadio y Carmela (como le dicen en su familia) se mantiene en el misterio. Pasa que hasta hoy ambos logran ponerse de acuerdo de cuándo y cómo fue que se conocieron, pero de lo que sí están seguros, es que esta historia inició con un noviazgo hace 65 años que asentó las raíces de una feliz familia.
Iniciar un hogar
Arcadio: A Carmela la llevé a conocer mi casa y que mi abuela María le ponga el “visto bueno”. Asimismo, tuve una apertura de su familia, la visitaba en casa y su papá me invitaba a pescar.
Carmen: Él se enamoró de mi familia y esta se enamoró de él. Así mantuvimos la misma vida que teníamos de chicos, nunca fuimos niñitos de ciudad, por lo que compartíamos el amor a la naturaleza.
A: Esto y nuestra afición por las orquídeas nos llevó a compartir con nuestros hijos (María del Carmen, Francisco, Enrique, María del Pilar y Arcadio) varios viajes por todo el Ecuador. Lo que rescato de estos ratos fue la unidad familiar que hasta hoy vemos.
Juntos ante los retos
A: El mayor reto de ser padres fue aceptar el duro golpe de la enfermedad de Pili. Que a los cuatro años sufriera de algo tan terrible (poliomielitis o polio), siendo ella tan juguetona, alegre y que de un momento no puedo moverse. Ante esto, reflexionamos y aprendimos algo muy importante para nuestra relación familiar: tratarla igual que a los demás. Todo lo hacía a su manera, sin eximirla, ni relegarla de ninguna actividad y eso la ha hecho como es ahora, sin ningún complejo de nada.
C: Y capaz de todo, ella tiene su vida sin depender de nosotros y eso nos da tranquilidad.
Una familia bendecida
A: Formar una familia requiere de confianza, saber comprender y perdonar, sino Carmela ya me habría puesto “de patitas en la calle”. Cuando nació Francisco, Carmela estuvo a punto de morir, pero nunca pensamos en no tener más hijos, nuestra fe en Dios y la Virgen María Auxiliadora nos amparó. C: La Virgen ha influido mucho, es una madre que siempre nos ampara.
A: Desde que nos casamos vivimos en el Barrio del Centenario, por lo que además tenemos 60 años viviendo en esta parroquia y devolviéndole los favores a la Virgen participando aquí de actividades sociales.
C: No sé si es porque mis hijos se educaron en colegios católicos y la religión siempre estuvo primero, pero han sido buenos hermanos y todos se llevan bien. Hoy veo cómo todos se hacen y deshacen por sus hijos, lo que me hace muy orgullosa de ellos.
A: Sí, ellos nunca se han peleado, ni distanciado. La semilla sembrada cayó en buena tierra, creció y fructificó. Los valores inculcados los han asimilado y los ponen en práctica en sus familias. Pero lo más lindo es ser abuelo, porque puedes consentirlos. A todos nuestros nietos los quiero mucho y los admiro; por eso siempre los hemos intentado apoyar en todo.
C: Así debe ser, si no haces todo por ellos, ¿por quién más?, son lo más cercano que tienes. Mis nietos son los que me ponen a pensar, a todos los veo tan distintos y buenos.
Nunca faltan los consejos
C: Siempre es importante poner a la familia primero antes que todo y no pelearse por dinero con nadie, porque como venimos al mundo así mismo nos vamos.
A: Jamás hemos podido decir que no hemos tenido discrepancias, pero pienso que hoy no soy el mismo de antes. Los chicos hoy en día quieren ser ricos para luego casarse y eso es un error porque se pierden la mejor época de sus vidas. Pueden casarse, tener recursos limitados e ir creciendo y apoyándose mutuamente en el matrimonio.
Arcadio y Carmen además de colaborar de las obras sociales de su parroquia pertenecen a la Asociación Ecuatoriana de Orquideología. Aquí Carmela es la “jardinera” y Arcadio “el científico investigador”, amor por las orquídeas que han transmitido a sus hijos. De este arduo trabajo en equipo durante todos estos años, finalmente en el 2017 se convirtieron en organizadores del 22° World Orchid Conference. Este evento fue para ellos “una bendición más, y algo que no se repetirá en nuestra ciudad de Guayaquil”.
Sus nietos dicen:
Nicolás: Los abuelos han sido súper generosos con mi familia, siempre muy cariñosos y atentos incluso a la distancia. |
Arcadio: Están presentes para la familia, 100% dispuestos a ayudar y logrando unirnos a todos los primos y tíos con los almuerzos familiares. |
Andrés: Admiro su respeto por la naturaleza y de apreciar las cosas bonitas en el mundo; su ética de trabajo y perseverancia para superar momentos difíciles. |
Rafaela: Jamás he conocido a alguien que disfrute tanto de la vida y de la familia como ellos. Su cariño y generosidad no tiene límites, preocupados siempre por nosotros. |
Por Carol Arosemena A.
Máster en Comunicación y Educación.