Esto ha sido un mar de emociones… les confieso que yo me tomé un tiempo prudente para asimilar la noticia.
Aunque seamos un matrimonio que intenta vivir en apertura a la vida, es normal sentir miedo e incertidumbre ante una noticia que cambia la vida de maneras inmediata. Lloré, me pregunté mil veces si yo sería capaz de multiplicar mi tiempo entre él trabajo, el esposo y los cuatro hijos. ¿Tendría tiempo para hacer ejercicio? ¿Salir con amigas o volver a viajar sola? Me preocupé por el carro… de verdad no vamos a caber! Me alarmé por la figura y el peso pues este ha sido mi tormento toda la vida. El cuerpo no es el mismo, hace 10 años tuve mi primera hija y bueno ya entrando en la 33… Dicen que es más difícil.
Aquí les dejo el top 5 de las felicitaciones, advertencias y reacciones de la noticia de nuestro embarazo número 5, (realmente es el 5, pues entre las dos niñas mayores tuvimos una pérdida. Yo nunca lo hablo en público, pero mis hijos si, y me corrigen todo el tiempo).
5. ¡Éste es el último verdad!
Esta es la más popular. De verdad la gente está muy preocupada por que vayamos a tener los recursos económicos para mantener a los hijos como “se debe”. A este comentario lo acompañan augurios de éxitos a mi esposo en su trabajo y me advierten que no lo veré mucho en la casa pues deberá conseguir otro trabajo extra. Otros que se preocupan con mi salud y me indican que una ligadura de trompas es lo que debería acompañar el nacimiento. A todo esto, yo asiento la cabeza haciéndolos sentir escuchados.
4. ¿Lo estaban buscando? ¿O fue sorpresa?
A este comentario tengo medias verdades. Primero que en nuestro matrimonio vivimos en la lucha de vivir en apertura a la vida junto con una paternidad responsable. A mezcla de estas dos ideas, han sido mi tema de oración mental más popular en los últimos tiempos. Saber los momentos, el equilibrio… creo que sólo se sabe con sabiduría Divina. Bueno, no lo estábamos buscando, pero dándole apertura a la vida le decimos si a Dios cada vez que estamos juntos. ¿Qué si fue sorpresa? ¡Claro! ¿Qué me lo sospechaba? ¡también!
Esto es una de las cosas que me encanta de la vida y es ponerle ese picante cada mes en saber si estamos embarazados o no. Para algunos esto será algo de locos o de ignorantes. Aprovecho y les cuento que ha sido una paternidad responsable, acompañado de profesionales de salud que nos han enseñado a conocer los ciclos, el cuerpo, la vida y la familia.
3. ¡Qué valientes son!
Esta es el cumplido que más me gusta. Siempre pensé que era alguien débil, llorona y con poca fuerza. Si hace 10 años cuando quedé embaraza de Emma, me hubieran dicho que 10 años después iba a tener 4 hijos no se lo hubiera creído a nadie y menos yo. He crecido de en fuerza de alma y de músculos. Pero lo que he si he aprendido es a amar más y mejor.
2. ¡Qué envidia!
«Yo me quedé con ganas de más». No éramos conscientes de que tantas personas quisieran tener más hijos. Es triste saber que muchos no lo hicieron por miedo, por plata, o porque su pareja no quiso. Cuando somos novios pocas veces se habla de la cantidad de hijos. Recuerdo que cuando Juanma y yo esbozábamos nuestro futuro jamás hablamos del número de hijos, fue el tiempo y el camino que tomamos que nos llevó a querer ser una familia numerosa.
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1. Mamá, ¡es el mejor regalo!
¡Eso dijeron nuestros hijos cuando les contamos! Ha sido la mejor de las felicitaciones. Ellos, llenos de gracia y sabiduría no miden viajes, cuentas bancarias ni metros cuadrados. Ellos cuentan todo en momentos, cariños, besos y abrazos. Están felices planeando el nacimiento, haciendo planes y sacando cuentas de cuantos años se van a llevar.
Quería compartirles nuestra experiencia, puede que les sirvan si tiene una embarazada cerca es mejor medir las palabras.
Por aquí seguimos entre vómito y mareos. Las náuseas están potentes y el sueño en su máximo esplendor. Yo a media marcha, priorizando tareas y dejándome ayudar de la familia y los niños. Cada quien un poco más independiente sabiendo que mamá está concentrada encubando bebé.
Esperando llegar a la semana 12 que desaparezcan los malestar e inicie el segundo trimestre, ¡que es sin duda mi favorito!
Vía LaFamilia.Info