Una conexión con el autismo

Tía Titi,  juguetes educativos, nació por la iniciativa de una madre tras el diagnóstico positivo de autismo de Álvaro, su hijo.

Cecilia Soto es la creadora de Tía Titi, Juguetes Educativos, que consiste en herramientas didácticas que ayudan a la estimulación de pequeños con diagnósticos de dificultades de aprendizaje. Esta es una forma de complementar las terapias, ayudando al desarrollo desde casa. Asistida por su esposo Sergio, ha lanzado su sitio web para poner sus juguetes al alcance de todos los padres de familia.

Asumir un diagnóstico de autismo

Cecilia: Álvaro fue diagnosticado al año diez meses, teníamos la sospecha, por el tema del lenguaje. Al comienzo, a pesar del diagnóstico, pensábamos que podían haberse equivocado, pero ya llega un momento en que te das cuenta que el niño no se desarrolla igual que otros.

Sergio: Tuvimos fases, primero fue la negación, luego lo aceptas y de ahí coges fuerzas. El mayor reto es la montaña rusa emocional, un día estás feliz porque hizo cosas que no hacía antes, y al día siguiente tuvo un día malo; es complicado porque ellos aprenden y desaprenden las cosas.

La vida familiar

C: Escuchar la palabra “autismo” causa miedo, pero luego vas entendiendo y ves que no es tan feo como se lo pinta. Dentro de casa no tenemos problemas, es más que nada fuera, ya que al ser algo invisible (porque físicamente Álvaro no presenta una discapacidad) las personas reaccionan de cierta forma que a uno le cuesta; sientes que te juzgan como padre. Es duro, pero vemos cómo los niños avanzan con sus terapias y eso nos da más ánimo.

S: Con Esteban, nuestro hijo mayor, son muy tiernos, como son 4 años de diferencia es muy difícil la comunicación, pero ahora empiezan a interactuar mejor, se llevan y juegan. Esteban se esfuerza mucho y ahora es mucho más receptivo.

Atender una necesidad

C: Generalmente a todas las madres nos toca estar afuera esperando en el consultorio mientras los niños reciben las terapias. Aquí me topé con que prácticamente todas las madres teníamos el mismo problema: no es fácil conseguir el material para ellos. Este hay que comprarlo por Internet en otro país y que alguien te lo traiga. De esta necesidad tuve la idea de ofrecer a todas las madres la oportunidad de poder ayudar a sus hijos, no solo llevándolos a terapias, que de por sí ya son costosas, sino también desde casa. Hoy veo que esto ha tenido muy buena acogida porque hasta los terapistas solicitan los recursos. Además, ha sido la única forma de poder comunicarme con mi hijo, ya que antes era imposible.

Jugar y avanzar

C: Iniciamos con flashcards, hay de animales, saben que el gato hace “miau” o la vaca “muu”, las onomatopeyas los ayuda a reconocer los sonidos de las palabras. También como tienen problemas al expresar emociones, las tarjetas les enseñan cómo se ven los diferentes gestos. Si te pones la tarjeta al lado de la cara, ellos sabrán qué es estar asustado o triste. Otras más básicas tienen ropa, que las pego en los cajones, así Álvaro sabe dónde están las camisetas o las medias… y además de frutas, verduras, de partes del cuerpo humano, colores, de actividades (como bañarse, hacer los deberes, cortar), lo que mejora su conocimiento de vocabulario.

Para realizar el material me asesoro con los psicólogos, quienes me ayudan y dan la pauta. Ellos ven que no sea confuso y hacen sugerencias de qué es mejor para comprender ciertos conceptos. Más adelante la idea es desarrollar otros juegos como de memoria, de bingo y libros sensoriales.

Llevar a todos

Entre las principales carencias que Sergio y Cecilia encontraron, además de la falta de materiales, es que al comienzo no se sabe dónde ir o a qué profesionales acudir, ya sea para un diagnóstico o para terapias. Al sacar el carnet de discapacidad de Álvaro, descubrieron que en los subcentros de salud se puede solicitar esta evaluación.

Adicionalmente, se encuentran con que no existen actividades para ellos, como clases de natación o de karate, ya que se requiere de un profesional que trate niños con autismo; hasta para cosas cotidianas como ir a un dentista o al peluquero.

Cecilia resalta la importancia del refuerzo en casa, por lo que se ha propuesto ir a fundaciones con su material y entregarlo a mamitas de escasos recursos, las que en muchas ocasiones no obtienen cupos para terapia más que una vez al mes, y así ningún niño avanza, haciendo del apoyo desde el hogar una gran diferencia.

Por Carol Arosemena A.
Máster en Comunicación y Educación.