La familia es el espacio idóneo para tener un mejor estilo de vida.
Un estilo de vida saludable hace referencia al conjunto de hábitos cotidianos que realizan las personas para mantener su cuerpo y mente sanas. En la familia es donde aprendemos la forma de pensar y actuar, pero siempre se puede mejorar si hay el deseo de hacerlo por el bien de todos.
¿Cómo empiezo?
Decidirse a realizar un cambio ya es un gran paso que nos acerca a la meta. Por lo tanto, aunque no sea fácil siempre merecerá la pena, en especial para nuestra salud. Ante esto, podemos seguir los siguientes pasos como guía:
1. Conversar en familia sobre las metas que se desean alcanzar.
2. Planificar las comidas de forma personalizada, según las necesidades nutricionales, horarios de preparación y de comidas, gustos y patologías preexistentes.
3. Empezar de a poco con el cambio de hábitos, alcanzando uno a uno los objetivos a ritmo personal.
4. Dejar expectativas que puedan desmotivar el avanzar hacia la meta y no enfocarse en la rapidez, sino en dar pasos lentos pero seguros.
5. Crear un ambiente adecuado, teniendo alimentos saludables a la mano cuando se esté fuera de casa, y evitar la improvisación.
6. Practicar para formar el hábito; esto implica buena organización y paciencia consigo mismo.
Es importante el reconocimiento de los malos hábitos para luego tomar la decisión de corregirlos, ya que, tener un cambio de mentalidad es preciso para iniciar un estilo de vida saludable y lograr que estas modificaciones permanezcan en el tiempo.
Apoyarse en el entorno familiar
Las familias que llevan estilos de vida poco saludables, pueden empezar haciendo pequeñas alteraciones en sus hábitos a través de una correcta educación nutricional, con un enfoque integral. Transformar un estilo de vida no se consigue de forma apresurada, por lo que es necesario tener la disposición de cada miembro familiar y el apoyo de su entorno. Para lo que pueden tener en cuenta los siguientes hábitos saludables:
• Llevar una dieta balanceada que incluya todos los grupos de alimentos (frutas, vegetales, proteína vegetal y animal, granos, cereales integrales, grasas buenas, lácteos y legumbres) según los requerimientos propios.
• Beber agua como bebida principal.
• Dormir bien (de 6 a 8 horas diarias los adultos y de 8 a 10 horas los niños).
• Realizar ejercicio por 30 minutos diariamente o mínimo 3 veces a la semana por 1 hora.
• Manejar el estrés y ansiedad.
• Tener buenas relaciones sociales.
• Tener vida interior (espiritualidad).
Cada persona y cuerpo tiene diferentes necesidades, pero si se trabajan en conjunto con apoyo y buena motivación lograremos un cambio. La nutrición no es solo saber comer para nutrir el cuerpo, también influye nuestra vida social y espiritual, de modo que hay que saber cuidarlas para tener un estilo de vida saludable.
Mantener juntos los buenos hábitos
La familia es un equipo, motivo por el que cada miembro familiar tiene cierta función dentro del hogar y todos tienen fortalezas y debilidades que ayudan a otros a mejorar. Es necesario asumir el compromiso de que todos trabajarán en conjunto para alcanzar la salud que anhelan. Pequeños o grandes, los avances siempre serán motivo de celebración y motivación para ir progresando.
Lograr un estilo de vida saludable en familia implica darle tiempo a nuestras propias necesidades físicas, mentales y espirituales; si lo vivimos plenamente podemos ayudar a que otros también lo quieran aplicar en sus vidas. Todo lo que cuesta es para mejorar, por ello merece nuestra constancia, sin olvidar que en nuestra disciplina está el éxito de nuestros resultados.
Por Lcda. Melissa Coto
Nutricionista y dietista
@nutrimelicoto