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Los sicofármacos sirven para tratar trastornos depresivos, ansiedad, ataques de pánico, etc.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos mentales y los trastornos ligados al consumo de sustancias son la principal causa de discapacidad en el mundo.

Otro dato indica que cada año se suicidan más de 800.000 personas, siendo la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. Además, la OMS señala que la identificación precoz y el tratamiento eficaz son fundamentales para garantizar que estas personas reciben la atención que necesitan.

El Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó, es el especialista que habla en detalle sobre los sicofármacos y su adecuado uso.

 

 

¿Qué son los sicofármacos?

“Los psicofármacos sirven para disminuir los síntomas de los trastornos mentales, abreviar el curso de muchas enfermedades, reducir y/o prevenir las recaídas de esa enfermedad”, expresa Celis.

No es lo mismo psicotrópico y psicofármaco

El Dr. Celis, indica que es fundamental hacer una diferencia entre psicotrópicos, psicofármacos, estupefaciente y narcótico, no son lo mismo ni tampoco tienen el mismo objetivo.

  • Psicotrópico: Toda sustancia, natural o procesada, que tiene la capacidad de influir en el Sistema Nervioso Central (SNC), provocando cambios en las funciones psíquicas de una persona.
  • Psicofármaco: Es un producto farmacéutico compuesto por sustancias psicotrópicas para fines terapéuticos.
  • Estupefaciente: Toda sustancia psicotrópica que genera dependencia.
  • Narcótico: Sustancia utilizada para el control del dolor y que produce sueño actualmente se les conoce como morfinosimiles u opioides, ejemplo morfina, codeína, etc.

 

 

Trastornos mentales en los que se pueden usar

El Director Médico de Laboratorios Bagó, comenta sobre los trastornos mentales que pueden ser debidamente tratados con sicofármacos:

  • Trastornos depresivos: Son alteraciones de humor que destacan por un ánimo bajo, poca o nula energía e interés por las cosas. Pérdida de capacidad para disfrutar u obtener placer.
  • Trastornos bipolares: Cambios anímicos muy bruscos. Pasar repentinamente de estados maníacos (euforia, aceleración, nerviosismo excesivo) a estados depresivos (decaimiento, pérdida de interés por la vida).
  • Ansiedad: Exageración, extrema preocupación o miedos intensos por situaciones cotidianas.
  • Trastornos de sueño: Problemas relacionados con dormir, insomnio o somnolencia.
  • Ataques de pánico: Episodios de miedo intenso, generalmente está acompañado de reacciones físicas graves. No siempre existe un factor desencadenante, muchas veces ni siquiera existe un peligro real.
  • Epilepsia: Aparición de actividad eléctrica anormal en la corteza cerebral, que provoca ataques repentinos caracterizados por convulsiones violentas y pérdida del conocimiento.
  • Dependencia de sustancias psicotrópicas.

 

 

Uso correcto de psicofármacos

De acuerdo al Dr. Gregory Celis, los psicofármacos son muy útiles para personas que lo necesitan, siempre que sean recetados por un médico, siguiendo las instrucciones de cantidad y frecuencia de uso de los mismos. Se debe considerar:

  • Deben ser recetados por un médico entrenado en manejo de psicofármacos.
  • Pueden ser administrados en el tratamiento de una enfermedad que amerite el uso de este tipo de medicamentos.
  • Deben usarse en la cantidad, frecuencia y tiempo indicados por el médico.
  • Es necesario acudir a chequeos periódicos con el médico especialista para evaluar si la dosis administrada es la correcta y evaluar posibles cambios.
  • El médico siempre debe indicar el tiempo total de uso de la medicina.
  • Es clave el seguimiento controlado y regulado al paciente para evitar algún tipo de adicción o dependencia. Existen algunas alertas que pueden ayudar a detectar esto a tiempo: cuando el paciente empieza a utilizar el fármaco sin ningún tipo de control médico, ingiere el producto con mayor frecuencia de la indicada, no respeta la dosis recetada y no acude a los controles médicos o de laboratorio necesarios.

 

 

 

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