Ante la realidad de los ecuatorianos y los casos a diario de corrupción que son denunciados… Es fundamental que la lógica y la ética vuelva a los colegios.
Desde una perspectiva ética, la sociedad ecuatoriana ha tocado fondo, algunos de nuestros funcionarios públicos juegan con la salud de los ecuatorianos, roban insumos médicos que podrían salvar vidas en la pandemia para beneficiarse económicamente, declaran falsas enfermedades para obtener carnets de personas con discapacidad y así obtener productos y servicios a bajo costo, quitando esta posibilidad a quienes realmente lo necesitan. El egoísmo ha llegado a niveles que cuestionan la calidad de ser “humano” de algunos malos ecuatorianos.
¿Cómo salir de esta crisis ética y moral que invade a la sociedad ecuatoriana?
Muchos nos planteamos la posibilidad de que vuelvan a formar parte de la malla curricular de los colegios asignaturas como lógica y ética.
En uno de los escritos de Aristóteles, el Tratado de la Lógica, encontramos que este filósofo de la Antigüedad vincula estrechamente la lógica y el lenguaje. A través del lenguaje podemos expresar nuestro pensamiento, pero es la lógica la que nos permite analizar, reflexionar, crear. La lógica nos ayuda a conectar las ideas para hacer deducciones correctas; nos enseña a razonar (P. Ruiz Trujillo, 2015).
De la ética aprendemos a vivir como seres humanos, a conocer lo que nos conviene y lo que no nos conviene, lo que hace bien y lo que puede hacer daño. Esto no es tan sencillo como parece, los valores suelen ser muy buenos, pero pueden tener aspectos no tan buenos e incluso malos. Si un individuo trata de hacer el bien, pero las consecuencias de sus actos causan más daño que beneficio. ¿Ha obrado correctamente? Hay dilemas éticos en la vida diaria que no son fáciles de resolver. La lógica y la ética se complementan, nos muestran los valores, nos ayudan a enfrentar dilemas, hacer las deducciones correctas y tomar la mejor decisión posible.
La Libertad, o la capacidad de elegir libremente con responsabilidad, es esencial al hablar de ética. Es la libertad lo que nos diferencia de los animales, que en términos de Savater (2000) vienen programados para realizar determinadas acciones. Los seres humanos, en cambio, no tenemos programación alguna, somos libres para elegir y dominar nuestros impulsos, siempre dentro de lo posible. Podemos tomar el camino correcto, pero también equivocarnos.
La felicidad
La finalidad del hombre es la felicidad y las virtudes el camino para alcanzarla nos dice Aristóteles. No nacemos virtuosos, no nacemos justos, aprendemos a serlo practicando los valores. Resulta entonces necesario reconstruir en las aulas la enseñanza de la lógica y la ética, realizando con los alumnos ejercicios de deliberación moral, de búsqueda de valores y de razonamiento y juicios éticos para la formación de ciudadanos que aporten a la integridad pública y a la sociedad.
Escrito por: Leticia Orcés Pareja, Vicecanciller Universidad Casa Grande.
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