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La lactancia materna es fundamental para el lactante durante los primeros meses de vida. Cubre las necesidades nutricionales para su adecuado crecimiento.

Cada año, del 1 al 7 de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar la lactancia materna y a mejorar la salud de los bebés en todo el mundo.

La lactancia materna tiene un papel fundamental en los primeros 1.000 días del bebé ya que es el momento ideal para darle el mejor y más completo alimento. La leche materna permite un buen desarrollo, un crecimiento óptimo y un adecuado fortalecimiento del sistema inmune.

La leche materna es capaz de satisfacer todas las necesidades nutricionales ya que contiene proteínas, lípidos, carbohidratos, vitaminas y minerales en la cantidad y calidad requerida. Los 1.000 días de vida están conformados por 270 días de embarazo, 365 días del primer año y 365 del segundo año de vida.

La alimentación saludable contribuye a un mejor desarrollado del sistema inmune, además de reducir la probabilidad de que aparezcan trastornos nutricionales futuros como algunos tipos de cáncer, diabetes y obesidad infantil. Los nutrientes de la leche materna también disminuyen la incidencia de enfermedades infecciosas como meningitis bacteriana, diarrea, infección del tracto respiratorio y urinario.

Es fundamental conocer también que la lactancia materna es una experiencia que construye lazos afectivos con él bebe y que proporciona grandes beneficios para la salud de ambos. Elementos como: satisfacción del hambre, el contacto piel a piel, la visión de la madre, el sabor de la leche, la voz de la mamá y el ambiente acogedor, refuerzan la relación madre – hijo.

 

 

Lactancia y alimentación

La lactancia materna también brinda beneficios a la madre, como recuperar el peso de manera paulatina, disminuir el riesgo de cáncer de mama y de ovario, así como de osteoporosis, además de reducir el riesgo de depresión post parto.

Para tener un buen proceso de alimentación, se recomienda alimentar al bebé en un lugar tranquilo y relajado, de preferencia en una habitación sola o con poca compañía, y sin muchos estímulos que lo distraigan. Es importante generar poco a poco una rutina de alimentación, en cuanto a horarios y lugares.

El bebé debe tomar de los dos pechos, para asegurar la producción de leche y la salud de la madre. Es importante alternar los pechos, podría realizar entre 5 a 15 minutos por cada lado. Esto se deberá realizar desde el primer momento.

 

 

Dar de lactar

Una buena lactancia requiere práctica y una posición correcta, después de intentarlo en reiteradas ocasiones la madre y el bebé encontrarán la posición más óptima y cómoda para los dos.

Dentro de las más comunes se encuentran:

Posición de cuna

Sentarse derecha y poner al bebé de lado sobre la pierna, mirándolo. Sostener su cabeza, espalda y nalgas con sus brazos y luego acercar la cabeza del bebé al pecho. Es muy importante que la madre mantenga la espalda apoyada, y si el niño es muy pequeño se deberá apoyarlo en cojines.

Posición de frente

Está posición es muy útil cuando los bebés tienen más de dos meses y están firmes. Deberá sentarse derecha y tomar al bebé de frente, sentarlo en una de las piernas, separar las suyas, de forma que su cara quede frente a uno de sus pechos, sostener la espalda y cabeza del bebé con una mano.

Posición acostada de lado

Esta posición es muy recomendada en casos de cesárea, se deberá acostar al bebé a un lado, poner la cabeza del bebé en el pecho inferior y deberá usar el brazo libre para sostener la cabeza.

 

 

Correcto proceso de lactancia materna

Para tener un buen proceso de lactancia, se debe tomar en cuenta que el bebé deberá agarrar bien el pezón para así generar una fuerte succión entre la boca y el pezón. Para que el bebé libere el pezón se deberá poner el dedo suavemente entre sus encías para interrumpir la succión. Se recomienda tener las uñas cortas.

En la mayor parte de los casos, el proceso de lactancia se da con total naturalidad, pero, en caso de existir alguna complicación, se deberá actuar de manera inmediata. En caso de pechos congestionados es recomendable antes de amamantar al niño tomar un baño con agua tibia o aplicar compresas de agua tibia.

Si el problema es conductos de leche congestionados, se podría dar de comer al bebé continuamente, cambiar la posición de amamantar y descansar mucho. En caso de que los dolores no pasen o sean muy intensos se deberá visitar a un médico.

Retos actuales

Debida a la situación que vivimos actualmente generada por el Covid-19, han existido dudas o incertidumbre sobre la lactancia materna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existe evidencia de que el coronavirus se transmita por la leche materna.

En caso de que la madre haya sido contagiada por el virus COVID-19 puede seguir dando de lactar tomando todas las medidas de precaución como el uso de mascarilla, lavar frecuentemente sus manos y desinfectar superficies que haya tocado.

La lactancia materna es un proceso de unión, salud y amor por parte de la madre hacia su bebé.

 

 

Fuente: Comienzo Sano Vida Sana de Nestlé.

 

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