Con el sentido fallecimiento de quien en vida fue Gustavo Noboa, compartimos la reseña de una entrevista exclusiva con él. ¡Paz en su tumba!
En junio de 2007 Gustavo Noboa, muy jovial como siempre, recibió a VIVE! en su casa para tratar varios temas, a continuación un extracto de comentarios sobre el acontecer nacional de esa época y sobre temas de familia.
Sobre la Asamblea Constituyente por instalarse
Respecto a la Asamblea Constituyente, Gustavo Noboa indica que le parece que esta Asamblea va a ser una “merienda de blancos” y digo blancos para no ofender a los negros, lo que quiere decir que será otro congreso donde nadie se va a entender.
Hoy no estaba pasando nada de lo que está pasando, si se hubieran hecho las reformas que propuse.
Lo que se llama partidocracia se ha desprestigiado tanto y ellos mismos se han puesto en jaque.
Sobre la persecución política
La persecución no fue soló a mí, se extendió a mis hijos Laura, Carmen Elena y Pablo, y eso fue lo más ruin.
Quienes más sufrieron fueron los nietos, porque de acuerdo a las diferentes edades no lograban entender exactamente lo que pasaba.
Una de mis luchas es lograr que ni mis hijos, ni mis nietos guarden rencor por todo lo que nos ha pasado.
Sobre la juventud
La juventud es igual en todos los tiempos, lo que cambia es el concepto. Los jóvenes necesitan con quien pelear, porque tienen que reafirmar su personalidad, quieren que se tome en cuenta su opinión.
Sobre la familia
Cuando se tiene una familia bien estructurada es muy difícil que los jóvenes tengan desviaciones o tengan un comportamiento diferente.
Sobre los Salesianos
La educación salesiana trata de llegar a los jóvenes por la razón, es decir tiene que entender que él es el motor de su educación.
Pedirle a la educación de un colegio que responda por lo ex alumnos es prácticamente un imposible.
En el último libro editado por Joe Llerena sobre las convivencias Noboa expresa: Convivencia caminando, con Jesús en cada instante, con el Amigo que nunca falla y manteniendo siempre la esperanza de volver al año siguiente a refrescar ideas y mantener el triple encuentro (con Jesús, contigo mismo y con los demás).
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