La psicología del color puede ayudarnos a decidir qué tonos beneficiarán a nuestro hogar, logrando que este sea armonioso en todo sentido.
Sin duda alguna el color juega un papel importante en nuestro estado de ánimo, esto se debe a las asociaciones que hemos creado de ciertas cosas a determinados colores y aromas. Por ejemplo, cuando vemos el color naranja lo podemos asociar con alegría, pero si el naranja abarca una gran parte del espacio lo relacionamos con comida; de ahí, que grandes restaurantes y panaderías, tengan este color como base de su decoración.
Algunos colores están vinculados con los estados de ánimo, lo que en muchas ocasiones es aplicado para las áreas de marketing y publicidad. Sin embargo, en nuestros hogares también podemos utilizarlos para crear armonía.
¿Qué comunican los colores?
Los colores son todo un mecanismo de comunicación. A la hora de decorar no solo debemos pensar en qué queremos en ese momento, sino también en qué vamos a transmitir. A través de ellos revelamos: creatividad, comodidad, tranquilidad, entre otras cosas más.
Además de los muebles y accesorios para el hogar hay que tener en cuenta también los tonos que usaremos. Recordemos que una casa es un espacio para estar tranquilos y confortables, pero también para recibir y compartir momentos con personas especiales.
La relación con las emociones
Según Shin (2015), el color y ciertas características como la iluminación, el brillo o la intensidad, afectan las emociones. Estos, a su vez, producen también oscilaciones cerebrales, que se manifiestan en las conductas del individuo. Al hablar de emociones nos referimos a estados muy específicos que se pueden asociar con algunos colores como:
Amarillo: Alegría
Azul: Tranquilidad
Gris: Tristeza
Verde: Esperanza, naturaleza y medio ambiente.
Blanco: Paz, pureza y limpieza.
Celeste: Seguridad y tranquilidad.
Rojo: Acción, pasión y aventura.
Un espacio ideal para todos
La decoración y colores pueden variar dependiendo de quien vaya a usar el espacio. Por ejemplo, para los niños las tonalidades azules y verdes son muy propicias. Para las niñas los tonos rosa, violeta y lila juegan un papel importante en la creatividad.
En la sala los colores cálidos, (tonalidades del amarillo, beige etc.) siempre serán acogedores tanto para los que viven en casa como para las visitas. En espacios pequeños y oscuros, el blanco es el color ideal para llevar luminosidad y una ilusión de amplitud. Estos tonos (marrón, beige o blanco) son colores neutros que pueden ser combinados con todo.
Es importante tener en cuenta que al hablar de colores no se puede ser absolutista, puesto que la percepción puede variar dependiendo incluso la historia personal de cada uno
A la hora de tomar una decisión respecto a la decoración de tu hogar es importante la participación de todos para que se sientan cómodos y acogidos en estos espacios. Piensa en quienes pasan más tiempo en determinado lugar, pregúntales cómo se sienten al estar ahí o qué hace falta para que sea un espacio en el que quieran compartir más tiempo.
Recuerda también que no es lo mismo un cuarto de adulto, que uno para chicos o adolescentes. Todos estos factores harán más agradable tu propio espacio, pues la meta final es que disfruten de su hogar.
Escrito por: Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.
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