Más del 70% de familias en la costa viven el confinamiento con un pariente adicto. Análisis de la pandemia y las adicciones que se han recrudecido.
El Ecuador junto a la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID 19 enfrenta las consecuencias de la epidemia de la adicción, siendo que más del 70% de familias en la costa viven el confinamiento con un pariente adicto
En la costa, en especial Guayaquil, epicentro del COVID-19 en el país, ya se batía con la epidemia de las adicciones, con una iniciación cada vez más temprana que se sitúa entre los 8 y 12 años.
Más allá del hecho de que los nuevos adictos son en su mayoría niños y adolescentes, y que se trata de una enfermedad que según los expertos debería ser considerada catastrófica ya que causa invalidez y padece comorbilidad con otras enfermedades; en tiempos de COVID, los adictos constituyen un grupo vulnerable en especial situación de riesgo.
Entre los riesgos físicos y psicosociales frente a la pandemia en la población con adicción a los estupefacientes se han detectado: un sistema inmunológico debilitado, un nivel elevado de inflamación, un aumento en la disfunción respiratoria y de coagulación en sangre.
Peligro del COVID-19 en conjunto con las adicciones
Dado que el COVID-19 ataca los pulmones, podría representar un peligro particularmente grave para quienes vapean o fuman tabaco o marihuana. El consumo de marihuana se vincula con la inflamación de las vías respiratorias grandes, una mayor resistencia de las vías aéreas e hiperinflación pulmonar; y quienes fuman marihuana con regularidad reportan más síntomas de bronquitis.
Estudios de Institutos Nacionales de la Salud (NIH) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos se ha identificado que debido a los efectos inmunodepresores del THC, fumar marihuana puede aumentar la predisposición a contraer infecciones pulmonares—como neumonía—y debido a esta inmunodeficiencia, el contagio con el covid 19.
Mientras, las personas por consumo de alcohol, que se asocia con trastornos mentales, son particularmente vulnerables, especialmente cuando se encuentran en aislamiento, por lo que se debe evitar los daños, ya que puede aumentar el riesgo de un ataque cerebral (debido a un coágulo de sangre), cáncer, enfermedades del hígado y otras patologías.
Riesgos para el adicto
Entre los riesgos psicosociales, quienes tienen una adicción pueden tener diferentes reacciones, similares a otras personas de la ciudadanía, en esta situación de epidemia/pandemia, como el estrés y las preocupaciones, pero también pueden estar más expuestos: “las personas con trastornos adictivos salen más, y pueden tener mayor osadía de romper el confinamiento por el impulso de consumir; pero ante la evidente falta de drogas ilícitas por la actual situación, puede generarse irritabilidad, frustración, agresividad y si el síndrome de abstinencia es agudo, pueden llegar a actuar con violencia, exponiéndose no solo a contraer el virus, sino a la cárcel”, sostiene la Dra. Nadia Donadonibus, experta en adicciones.
Asímismo, debemos evitar los riesgos de las personas confinadas en sus hogares con acceso al alcohol en cantidades que serán perjudiciales tanto para su salud como para la de otras personas en el hogar, quienes también podrían estar sujetas a violencia», dijo Maristela Monteiro, asesora principal sobre Alcohol de la OPS.
¿Cómo el adicto en recuperación puede seguir su proceso sin salir de casa?
La cuarentena pone a prueba los procesos de control de crisis de abstinencia, erróneamente llamados de desintoxicación, una vez que no se trata de un proceso que limpia de toxinas el organismo, como nos indica la Dra. Nadia Donadonibus.
Las personas adictas han vuelto a casa generando situaciones inesperadas, muchos han perdido su trabajo, o han regresado al consumo activo. Mientras, la crisis del coronavirus ha obligado a los servicios de atención a reorganizarse, por lo que están realizando servicios mínimos, limitados al suministro de psicofármacos y la asistencia telefónica (psicológica y social).
Lo importante es el mantenimiento de la abstinencia y la prevención de las recaídas, lo que a su vez tiene mucho que ver con en el manejo de las situaciones de riesgo. “Cada caso es particular y merece una valoración. Es importante conocer las motivaciones para consumir sustancias (“bebo cuando estoy solo, si estoy triste, si discuto, o cuando estoy tenso, etc.”) ya que conociendo estas situaciones de riesgo podremos afrontar mejor las dificultades, aunque aparezcan descontextualizadas”
Lo fundamental; quienes estaban en tratamiento o en un proceso rehabilitador, es pedir ayuda, hacer uso de la videollamada y llamar a algún miembro del grupo terapéutico o al profesional que le está atendiendo y comentar esas ganas de consumir, ya que recibir retroalimentación puede frenar ese impulso. De modo que, el tener siempre un número de teléfono al que acudir y a alguien que le pueda escuchar durante un tiempo es una buena herramienta.
Es posible aprovechar el tiempo de confinamiento doméstico en clave de salud. Sabemos que es una situación difícil, compleja y dolorosa pero la rehabilitación puede continuar.
El uso de recursos como las plataformas online
El adicto que quiere seguir su recuperación desde casa, es importante que contacte con su terapeuta y compañeros por teléfono y que asista a los Grupos de Ayuda Mutua por WhatsApp, Skype, Facebook, zoom u otras plataformas que proveen una forma sincrónica de comunicación.
También existe para los familiares la posibilidad de asistir a este tipo de reuniones. Familias anónimas ofrece en su sitio web la información necesaria para asistir a reuniones online. Incluso han desarrollado una aplicación para realizar este tipo de encuentros. Aunque aclaran que no son un sustituto para las reuniones reales, se torna en una buena opción en estos momentos. En Ecuador, la Fundación Ser Humano ofrece Charlas gratuitas vía zoom todos los sábados, orientadas a las familias en tiempos de COVID (ID:@clinicaserhumanoec).
Protocolos y Guías de Apoyo frente a las Adicciones (adictos) durante esta epidemia de coronavirus
Las guías y protocolos que se elaboren deben orientarse a garantizar los servicios de atención a las adicciones más eficaces y la continuidad de la atención durante la pandemia, así como desalentar el uso compartido de drogas o de material para su uso y promover medidas de distanciamiento e higiene social. Incluye el desarrollo de estrategias de comunicación enfocadas al abordaje de diferentes comportamientos y grupos de usuarios, incluidos a sectores como las personas sin hogar y usuarios de drogas recreativas.
Estrategia Unificada de Salud en Territorio
El componente psicosocial debe convertirse en un eje transversal prioritario que impregne las actuaciones en la situación de Emergencia Sanitaria para el abordaje efectivo de la pandemia y la disminución de sus consecuencias, con la correspondiente coordinación de los actores entre ellos los profesionales de salud capacitados en el manejo integral de las adicciones.
La adicción a una sustancia en el confinamiento puede llevar a una vivencia y comportamiento retraumatizante, con el correspondiente riesgo de descompensación psíquica. Estamos ante un colectivo vulnerable, por lo que la atención psicológica se presenta, en este escenario de confinamiento actual, como una necesidad, aunque los recursos estén limitados.
Escrito por: Lorena Egas.
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