En esta oportunidad te invitamos a conocer los cinco componentes de los lácteos, los cuales ayudan a cuidar la salud del corazón.
Los lácteos tienen múltiples beneficios sobre la salud y son ideales para todas las edades. Representan un alimento completo, versátil, asequible, y a todos estos beneficios se suman sus bondades para la salud cardiovascular. Sus ácidos grasos, vitaminas, minerales y proteínas de alto valor biológico influyen de forma positiva en el correcto funcionamiento del corazón.
Con base a evidencia científica se ha podido establecer que el consumo de lácteos disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares gracias a la interacción de los componentes de la matriz alimentaria de estos productos.
La leche y sus derivados como el queso, el yogur y la mantequilla contienen nutrientes esenciales como el calcio y vitamina A y D, cuyo consumo se ha relacionado con una menor probabilidad de padecer hipertensión.
De igual manera, hay otros componentes que tienen efectos beneficiosos para mantener adecuada la tensión arterial, como la lactosa, las proteínas lácteas y péptidos derivados, así como el potasio y el magnesio.
Efecto de los componentes de los lácteos en el cuidado del corazón
A continuación explicamos el efecto de cada uno de sus componentes sobre la salud cardiovascular:
Proteínas
Las proteínas presentes en los lácteos como la caseína mejoran el perfil lipídico e hipertensión arterial. También, los aminoácidos como la leucina contribuyen a regular los niveles de glucosa, esencial para reducir los riesgos de enfermedades del corazón.
Probióticos y péptidos bioactivos
Los fermentos presentes en productos como el yogur contienen bacterias vivas que son moduladores en el sistema inmune, lo que deriva en el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
De la misma manera, los péptidos bioactivos, junto a los ácidos grasos de cadena corta presentes en el yogur logran un impacto en funciones intestinales claves para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
Minerales
Los lácteos tienen minerales fundamentales para la salud cardiovascular. En este caso, el calcio actúa como un cardioprotector, inhibiendo los niveles altos de presión arterial. Por otro lado, el potasio contribuye a la contractibilidad muscular y la transmisión de impulsos nerviosos por lo que es esencial para la actividad eléctrica normal del corazón.
Finalmente, el magnesio que también ayuda a la correcta función del corazón y de los vasos sanguíneos ya que actúa junto con el calcio para mantener los niveles de tensión arterial dentro de los parámetros adecuados.
Fibra prebiótica
La fibra prebiótica presente en los lácteos contiene ácidos grasos de cadena corta que disminuyen la captación de ácidos biliares a nivel intestinal contribuyendo, de esta manera, a la disminución del colesterol.
Ácidos grasos
Los ácidos grasos de los lácteos son clave en la formación de glóbulos en fase acuosa, aquellos están rodeados de una membrana lipoproteica que tiene propiedades antimicrobianas y cardioprotectoras. Por ejemplo, los ácidos grasos de cadena corta como el butírico y caproico, y de cadena mediana como el caprílico y cáprico son fuentes de energía rápida por lo que no se acumulan en los tejidos.
El ácido butírico, por ejemplo, tiene propiedades antimicrobianas, actuando como protector celular a nivel del intestino. Los ácidos esteárico y oleico tienen concentración del 22% en los lácteos y generan un impacto importante sobre niveles de colesterol funcionando como protectores cardiovasculares.
Fuente: Adriana Brito, nutricionista de Vita.
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