Honestidad, transparencia, sinceridad y franqueza, son valores que actualmente el público no solamente desea para las empresas, las exige.
En nuestro País está claro que tanto la Constitución, como los diferentes códigos legales no hacen diferencia entre lo que expresa el CEO y el discurso que este pueda tener en los diferentes medios de comunicación a título personal.
No sólo es necesario contar con un Gerente General que viva los valores de la empresa, sino que es fundamental que su discurso sea coherente en todo momento.
Así mismo, necesario contar con un código de complience que sancione y prohíba que un CEO incentive el odio, la discriminación de cualquier tipo o haga declaraciones incitando prácticas que afecten la salud de las personas como, por ejemplo: promover la no vacunación cuando en Ecuador es obligatorio hacerlo contra el COVID 19.
No sólo no debe permitirse, desde el punto de vista legal, sino que es buen negocio para la empresa que se VIVAN los VALORES. Hacer lo correcto estrecha nuestra conexión con los consumidores, nos vuelve más atractivos para generar negocios y ganamos apoyo de comunidad. Así lo explica Robert Iger en su libro “Lecciones de Liderazgo Creativo”.
El sabor del momento
A propósito de libros, hay obras que nos tocan el alma y la conciencia cuando las leemos. Yo he tenido algunos que en su momento me convirtieron en su mayor impulsadora.
El sabor del momento, el que tengo que regalar, el que escucho en inglés y subrayo en español, el que llevo en mi cartera a pasear es, el escrito por Robert Iger, CEO de Disney.
Lo acabo de diseccionar como si fuera una estudiante de medicina en cátedra de anatomía con su cadáver.
Me cautivó el personaje, un auténtico líder que nos deja sus vivencias y los valores que le permitieron llegar a ser el CEO de una de las marcas más reconocidas del mundo.
Además de contarnos sobre los tres pilares en que basó la estrategia de Disney, en la necesidad de sacrificar beneficios muy lucrativos en el presente, para enfocarnos en negocios disruptivos e innovadores en el futuro, Iger deja muy claro en su relato que tener valores sólidos y ser coherente en el discurso son un gran negocio.
Él nos relata cómo, la confianza y transparencia fueron el pilar de la negociación para comprar Pixar y salvar Disney del hueco creativo en que se encontraba y la base de amistad que mantuvo con Steve Jobs hasta que falleció. Lo mismo se da con el convenio de compra de Star Wars a George Lucas.
A lo largo del libro insiste en los valores, el concepto de integridad, decencia, honestidad, la forma en como te comportas en el mundo, representan los valores de la empresa. Lo que la gente piensa de ti es lo que pensarán de la compañía. Hace énfasis en que fueron estos valores los que le permitieron a Disney poner en práctica su estrategia corporativa.
Rodearnos de buenos líderes
Es fundamental rodearnos de personas que lideren con transparencia, con instinto de equidad, y sinceridad, respetuosas de las diferentes formas de pensar, que crean en la necesidad de tener empresas socialmente responsables y sustentables. El no hacerlo repercute negativamente en la imagen y la marca de la compañía.
Bob en su libro, nos deja un aprendizaje sobre los errores que comentemos. Cuando tuvo que someterse al proceso de selección para postularse como nuevo CEO en reemplazo de su antecesor, perdió la paciencia con la Junta Directiva, no soportó el escrutinio negativo, dejó que la ansiedad y la ira se apoderen de él, pero no claudicó a sus valores.
Nos relata su parte humana, nos cuenta sus debilidades y nos habla de la importancia de mantener a raya la ira y la ansiedad sobre aquello que no podemos controlar.
Lo valioso es saber mirar en nuestro interior, rectificar y estar dispuestos a que otros en tu equipo también pierdan la paciencia, teniendo la capacidad para aguantar lo mismo.
Toda empresa que pretenda trascender debe vivir con transparencia, responsabilidad social, inclusión y sostenibilidad.
Lo que la gente piensa de ti es lo que pensarán de la compañía. Al fin y al cabo, la reputación de la empresa es la suma total de los actos de su personal.
Escrito por: Irene Miranda, MDI, Máster en Dirección de Empresas.
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