«La pornografía destruyó mi vida» Te cuento por qué Kanye West y otros 3 famosos dijeron esto.
Recientemente, Kanye West habló sobre su adicción a la pornografía y los efectos de esta en su vida. ¿Por qué resulta llamativo que esto se haya convertido en noticia?
Antiguamente, cuando alguien quería consumir pornografía, lo debía hacer de un modo en el que era más sencillo que ahora que otros le «descubrieran». El que quería consumir pornografía debía dirigirse a un quiosco y comprar una revista y pagársela al vendedor. O dirigirse al videoclub, ir a la sección para adultos y alquilar una película al hombre del lugar.
Hace unos años, consumir pornografía era algo que debía pasar por un trámite público. Por ello, quizás muchos se resistían a consumirla; no era algo de lo que sentirse orgulloso, como para que otra persona supiera que consumía ese tipo de contenido.
En la actualidad, acentuado por internet y los smartphones, el consumo de pornografía se ha disparado. En gran parte es porque el acceso es privado y muy fácil.
Por ello, hoy en día es más notorio que nunca que alguien reconozca que consume pornografía, ya que, probablemente, si no fuera por su propia confesión, nadie tendría por qué saber de su consumo.
Es muy llamativo que alguien reconozca públicamente no solo que consume o ha consumido este contenido, sino que lo haga por una razón que va más allá del anuncio.
¿Por qué tantos famosos están confesando que han consumido pornografía?
Muchos famosos han decidido alzar la voz sobre una de las industrias que más dinero mueve en el mundo, tras su experiencia personal con el contenido que emite.
Sorprendentemente, personas influyentes de varios ámbitos han decidido poner contra las cuerdas a esta industria que tanto daño les ha causado y que tanto daño causa a tantas personas en el mundo.
Más allá de las evidencias científicas y antropológicas de lo nocivo que es el consumo de pornografía, que personas reales y conocidas hagan eco del daño que les ha causado es una gran noticia. Porque ayuda a visibilizar la verdad del consumo de este tipo de contenido que sobrepasa cualquier teoría o razonamiento que se pueda defender.
Aparte de Kanye West y su última referencia a la adicción a la pornografía, son varios famosos los que han decidido decir basta públicamente a este vicio. Te cuento de alguno de estos.
Kanye West
El más reciente es Kanye West, quien dijo que la «adicción» a la pornografía «destruyó» a su familia. El rapero y empresario, conocido por su conversión pública al cristianismo en 2019, admitió en Instagram su lucha con la pornografía y admitió: «La pornografía destruyó a mi familia. Lidio con la adicción. Instagram la promueve. No voy a dejar que les pase lo mismo a mis hijos».
Billie Eilish
La cantante confesó que fue adicta a la pornografía con tan solo 11 años, dejándola «increíblemente destrozada». El vicio a la pornografía terminó por afectar a su salud mental: «Creo que destruyó mi cerebro», confesó en una entrevista con Howard Stern.
La cantante ganadora del Grammy de 19 años admitió que sufría pesadillas porque parte del contenido que veía era muy violento y abusivo.
«Como mujer, creo que la pornografía es una vergüenza. Seré honesta: solía ver mucho porno. Empecé cuando tenía 11 años», relató. Aseguró que de niña pensaba que eso la ayudaría a «sentirse como uno de los chicos» de su edad.
De niña no fue capaz de atisbar el daño que podía llegar a hacerle este pasatiempo, algo de lo que hoy se arrepiente por las consecuencias que ha tenido en su forma de vivir sus primeras experiencias sexuales.
Terry Crews
Terry Crews de Brooklyn Nine-Nine también habló sobre este tema: «La pornografía, de muchas maneras, realmente, realmente arruinó mi vida … Mi esposa estaba, literalmente, como “Ya no te conozco. Me siento fuera de aquí”. Al no poder contárselo a la gente, la adicción se vuelve más poderosa. Pero, cuando lo dices y cuando la pones a la intemperie… pierde su poder».
Russel Brand
El actor Russell Brand de Trolls, Despicable Me 2 da en el clavo al afirmar: «Nuestras actitudes hacia el sexo se han deformado y pervertido y se han desviado de su verdadera función como expresión del amor y un medio de procreación. Escuché una cita de un sacerdote que dijo: “La pornografía no es un problema porque nos muestre demasiado. Es un problema porque nos muestra muy poco”».
Probablemente cada vez habrá más voces que, tras haber sido conscientes de la destrucción que causa en sus vidas la pornografía, decidirán decir «basta» en pro de la verdadera belleza a la que la sexualidad está llamada.
Más allá de la fe
Cuando la Iglesia se posiciona en favor o en contra de algo, a ojos del mundo parece que los motivos son siempre dogmáticos. Sin embargo, sabemos que la Iglesia siempre apoya lo que es bueno para el hombre y su libertad y rechaza lo que le daña y esclaviza.
Es por eso que, en numerosas ocasiones, personas que no tienen nada que ver con la Iglesia ni comparten su fe llegan a tener visiones muy parecidas sobre algunas realidades. Al final, quien busca verdades hace lo mismo que la Iglesia Católica.
Recientemente, muchas voces están tomando la posición de cuestionarse e incluso rechazar la pornografía desde una visión antropología muy cercana a la cristiana. Esta visión no es que sea buena por ser cristiana, sino por ser la que está de acuerdo con la naturaleza.
Entonces, ¿por qué esto nos llama la atención a los católicos?
Es un gran paso encontrar a personas que comparten, sin darse cuenta, muchos puntos de la antropología cristiana. Es por ello que me parece mucho más sencillo abordar este tema (y otros) desde el encuentro y el punto en común.
Incluso a la hora de debatir esta cuestión con amigos o familiares que piensan distinto, nos puede ayudar poder argumentar que más allá de los datos objetivos y la ciencia hay personas que sin ser creyentes han llegado a la misma percepción sobre la pornografía.
Puede hacer que la persona con la que debatamos abra la mirada al ver que no es una cuestión de dogma o fe, sino que va arraigada a la experiencia personal de muchos y a una visión integral del hombre.
Escrito por: Carla Restoy, vía Catholic-Link.
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