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Vivir una juventud positiva y con propósito tiene muchas aristas a considerar, siendo una de ellas el cumplir objetivos concretos.

La vida tiene muchos matices, y cada etapa del desarrollo viene con situaciones y cambios.
Algunos muy lindos y algunos otros desafiantes. Si nos remitimos a la juventud, podemos ver, que hay un sin número de cosas hermosas, lozanía, sueños, amor y energía son algunos de los ingredientes que habitan esta etapa. Sin embargo, existen algunos otros factores que pueden ser desafiantes.

La cultura tiene una gran influencia en lo que un joven puede hacer o dejar de hacer. Por ejemplo; en el área de pareja pareciera tratarse de una competencia donde se juega a encontrar un prometedor compañero o compañera de vida y esto puede llevar a muchas personas a elegir desde la desesperación y con tanta prisa que en muchas ocasiones esa elección puede no ser muy fructífera y el área del amor puede verse afectada.

Si hablamos de la parte económica o edad para alcanzar todos los proyectos, también existe mucha presión.

 

 

Una juventud positiva

Teniendo en cuenta lo anterior, es muy valioso que los jóvenes reconozcan que cada persona es un mundo distinto y que cada proceso tiene su ritmo. No es una competencia más bien, es una etapa para aprovechar toda esa energía y empezar a tratarse metas que les permitan sentir autorrealización. Estas metas deben ser muy personales de no ser así,
se corre el riesgo de abandonarlas.

Aprender a conocer más de sí mismos es una gran ventaja puesto que ayuda a que cada persona vaya en coherencia con sus anhelos, metas y valores. Cuando alguien se conoce muy bien, será más fácil saber hacia dónde ir.

En este camino de evolución a veces se pierde la noción del tiempo y se suele pensar que es una etapa que durará toda la vida. Así que ningún extremo es bueno. Ni la presión por correr ni la excesiva confianza de que se tendrá el tiempo eternamente. La vida es más bonita cuando tenemos un equilibrio, los extremos suelen lacerarnos y lastimar la salud
emocional. Así que en esta etapa también es muy importante sembrar y abonar todo el terreno para tener buenos y sanos frutos en el futuro. Es una buena etapa para la siembra.

Muchos estudios indican que iniciar de forma temprana previene muchos estragos. Cuidar la salud en general con buenos hábitos cómo el ejercicio, alimentación balanceada, gestión emocional, son formas maravillosas de autocuidado que sin duda alguna impactarán el presente y por supuesto el futuro.

Amarse a uno mismo es una de las mejores inversiones de vida. Esto no quiere decir que en otras etapas de la vida no se pueda hacer, solo se trata de aprovechar cada momento, recordando que el tiempo no se congela y que cada día es una gran oportunidad para crecer.

 

 

Escrito por: Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.

 

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