El incremento del volumen de noticias negativas sobre temas complejos – catástrofes como la de la Comunidad Valenciana, conflictos bélicos, crisis humanitarias o tensiones políticas-, ha intensificado la exposición diaria a imágenes y titulares impactantes. Esto está generando síntomas de ansiedad, agotamiento emocional y preocupación constante que afectan profundamente la salud mental.
Según la psicóloga Conchita Sisí la constante saturación de información de alto impacto está repercutiendo de manera significativa en el bienestar emocional de las personas. Este flujo continuo de contenidos alarmantes puede intensificar la ansiedad y el desgaste mental, dificultando la gestión de las emociones y, en ciertos casos, produciendo una sensación duradera de malestar.
Los efectos del doomscrolling en la salud mental: cómo la sobrecarga informativa puede agravar la ansiedad y el estrés
La exposición continua a información relacionada con guerras y desastres puede desencadenar emociones como frustración, miedo y ansiedad. Para muchas personas, mantenerse informado sobre las noticias se convierte en una carga emocional que puede generar síntomas como irritabilidad, fatiga, insomnio y dificultad para concentrarse. En algunos casos, este exceso de información puede conducir al desarrollo de trastornos de ansiedad o agravar condiciones preexistentes.
El fenómeno conocido como doomscrolling, o la práctica de pasar mucho tiempo en redes sociales o portales de noticias consumiendo contenidos negativos, agrava esta situación. La exposición constante a malas noticias mantiene al sistema nervioso en un estado de alerta continua, lo que incrementa el estrés y afecta la capacidad de relajarse y desconectar.
Cómo protegerse de la sobreinformación
A pesar de la importancia de estar informados, es fundamental cuidar del bienestar mental, por lo que la psicóloga Sisí propone diferentes estrategias efectivas que permiten manejar la ansiedad frente a las noticias globales negativas.
1. Limitar el tiempo de exposición: Establecer horarios específicos para revisar las noticias, en lugar de hacerlo de manera compulsiva a lo largo del día, puede ayudar a reducir el impacto emocional.
2. Elegir fuentes confiables: Consumir información de medios equilibrados y de confianza, limitando la selección a un máximo de dos a tres fuentes en diferentes formatos (prensa escrita, televisión, radio, etc…) puede disminuir el impacto emocional negativo al evitar la exageración y la desinformación.
3. Realizar pausas digitales: Dedicarse a actividades que promuevan el bienestar, como el ejercicio, la meditación o la lectura, puede facilitar la desconexión y reducir el estrés.
4. Establecer límites en las redes sociales: Utilizar herramientas de control del tiempo en redes sociales y evitar contenido alarmista o sensacionalista puede contribuir a mejorar la salud mental.
5. Compartir preocupaciones: Comunicar las inquietudes y emociones con amigos, familiares o profesionales de la salud mental puede ser útil para procesar la angustia y reducir la sensación de aislamiento.
Fuente: HACER FAMILIA