Solo en Guayaquil, alrededor de 300.000 personas sufren hambre, el 20% de lo que compramos en el supermercado va a parar a la basura.
Este 8 de diciembre se inició el Año de la Misericordia, donde la primera obra es dar de comer al hambriento. Sobre este tema, el Papa Francisco ha hecho un llamado fuerte sobre y nos advierte: “La comida que se tira a la basura es el alimento que se roba al pobre, al que pasa hambre”.
Mientras tanto, un tercio de los alimentos que se producen en el mundo entero no son consumidos por las personas, sino que terminan en basureros. El problema del hambre, entonces, no espor falta de recursos, sino por la falta de acceso a los alimentos.
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En épocas de celebración, en que consumimos y botamos tanta comida, es importante tomar conciencia de las necesidades que tienen nuestros semejantes. Solo en Guayaquil, alrededor de 300.000 personas sufren hambre, según datos oficiales de la FAO, organismo de las Naciones Unidas para la Alimentación.
¿Cómo podemos compartir con ellos lo que muchas veces nos sobra e incluso desperdiciamos en casa? “En nuestras familias encontremos oportunidades de servir al prójimo que sufre hambre y desnutrición”, dice Mauricio Ramírez, Vicepresidente del Banco de Alimentos Diakonia. Esta organización sin fines de lucro, que pertenece a la Red Mundial de Bancos de Alimentos (Global Foodbanking Network), está dirigida por laicos católicos que trabajan en la lucha contra el hambre. Operando como un puente entre las familias que carecen de alimentos y las familias y empresas que pueden donarlos, alimentan regularmente a miles de personas de 40 agencias beneficiarias en Guayaquil y sus alrededores.
Recientemente, han realizado una alianza estratégica con Puerto Limpio para hacer un llamado de atención a las empresas que botan alimentos no comercializables por diferentes causas, pero perfectamente consumibles, de manera que ahora puedan utilizar el canal del Banco de Alimentos. Con esto evitan el desperdicio, no dañan el medio ambiente y, sobre todo, ayudan a quienes tanto lo necesitan brindándoles no solo alimentos sino esperanza, porque quien no tiene para comer no puede pensar en nada más que en sobrevivir.
¿Cómo alimentamos al hambriento?
“Hacemos un llamado a la comunidad para que donen alimentos y colaboren con nuestra Campaña de Navidad 2015, del 12 al 18 de diciembre”, dice Mauricio Ramírez. El Policentro ha lanzado una iniciativa para favorecer a una de cinco fundaciones postulantes. La que tenga más votos y stickers pegados en un sitio que designe el centro comercial, recibirá una donación de $20.000. Para que Banco de Alimentos Diakonia sea la ganadora, debes ingresar a www.policentro.com y votar. Con esto y lo que dones en la colecta del miércoles 16, contribuyes a que muchas familias puedan tener alimentos el día de Navidad.
Por otro lado, también puedes unirte con otras familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o colegio y recolectar alimentos no perecibles (atún, sardinas, fréjol, lentejas, cereal, leche en polvo, avena, fideos, arroz, azúcar, sal, etc.), llamando a los teléfonos 099 948 0766 y 2251830.
Los bancos de alimentos de la Red Global distribuyeron más de 500 millones de Kgs de alimentos a través de más de 25.500 organizaciones beneficiarias en el año 2013. Esto es más de 500 millones de kgs de alimentos que no van al vertedero. |
Por: Sonia María Crespo de Illingworth