La estimulación física e intelectual es indispensable para los adultos mayores.
En la actualidad los servicios de estimulación para bebés e infantes va en aumento, sin embargo, existen pocas alternativas para apoyar el mantenimiento físico e intelectual de los adultos mayores, quienes, por procesos propios de la edad, van en deterioro de sus capacidades mentales y motoras.
En años recientes, se ha venido observando que la población de adultos mayores viene en ascenso, ¿qué han hecho organizaciones gubernamentales y privadas para promulgar el bienestar y mejoramiento de la vida de la persona de edad avanzada?
Es conocido que, a lo largo del ciclo vital, las funciones cognitivas experimentan una serie de cambios, que pueden traducirse con la presencia de déficits cognitivos o de pérdida de memoria, que interfieren en la realización de actividades complejas.
Estimulación fundamental para adulto mayores
La autora Carmen María Sarabia en su artículo ‘Envejecimiento exitoso y calidad de vida’ (Sarabia, 2009), manifiesta que esta última es la interacción entre la satisfacción de vida y sus condiciones objetivas, que engloba la salud, el cuidado familiar, las actividades ocupacionales o recreativas, las prestaciones estatales y la satisfacción de las necesidades de relación social.
Conversaciones que apelen a desarrollar su memoria, actividades de mover piezas para disfrutar de un juego en familia o simplemente ver fotos que evoquen su juventud son actividades que se pueden desarrollar en casa, sin embargo, que requieren de tiempo y voluntad para estimular a nuestros adultos mayores.
Es necesario realizar intervenciones que aseguren una adecuada adaptación del adulto mayor a los cambios, suministrándole mecanismos para que adquieran estrategias compensatorias y le ayuden a mantener su competencia social.
Una de las mejores opciones para lograr este objetivo es apoyarse en centros especializados de cuidados geriátricos donde se procure un desarrollo integral para alcanzar esta calidad de vida, realizando actividades de acuerdo con su edad y que les permitan gozar de compañía, interacciones efectivas y actividades especializadas que logren reforzar su orientación y atención, memoria, lenguaje, entre otras habilidades.
En la vejez existe la libertad y sabiduría para dedicarnos a lo que realmente nos apasiona. Por ello, la vejez no debe ser una etapa de aislamiento, sino un período de alegría y felicidad.
Fuente: Natalia Lasso, propietaria de la residencia y guardería de adultos mayores, Lasso entre Familias. Facebook: Lasso Entre Familias / IG: @lassoentrefamilias
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