Pueden ser muchas las causas que pueden generar falta de empatía, pero en estos tiempos de gran prueba necesitamos rescatarla y vivirla.
La empatía es la habilidad de acercarnos a los demás de una manera más sentida. Esta habilidad se adquiere desde que somos muy pequeños, son los padres quienes cubren necesidades emocionales, son ellos quienes guían y enseñan la validación y expresión de los sentimientos de sus hijos. Sin embargo, al ser una habilidad la empatía se puede potenciar y desarrollar y siempre es un buen momento para empezar.
A partir de las investigaciones que se hicieron en Italia en la universidad de Parma, donde se descubrieron las neuronas espejo se habla de la conexión que hay entre estas y la empatía. Estas neuronas facilitan experimentar sensaciones que el otro experimenta, lo que da pie a un acercamiento sincero y de gran ayuda para la contención emocional del otro.
Actualmente la sociedad parece vivir en una competencia imparable donde en ocasiones los deseos de alcanzar objetivos propios, puede hacer que se pase por encima de las emociones de los demás. Olvidando el valor de la conexión, la solidaridad y la ayuda.
Ser empáticos es todo un arte, pero invertir tiempo en desarrollarla tiene un sin número de beneficios tanto para el interlocutor como para la persona que lo acompaña. Ser empáticos, amplia las redes de apoyo, facilita la inteligencia emocional, alimenta el valor de la vida entre otros.
¿Cómo podemos desarrollar la empatía?
Expresar elogios, reconocer las cualidades y triunfos de los demás, mantener una comunicación adecuada, escuchar, son algunos ingredientes para desarrollar y potenciar la empatía.
En la comunicación la mente debe estar muy abierta, lo que implica escuchar sin juzgar, permitirle a la otra persona que se exprese sin dar nuestra opinión hasta que sea necesario, hacer presencia en el momento presente sin divagar. En ocasiones estar ahí, escuchar, hacer preguntas abiertas y abrazar, es suficiente para que el otro se sienta contenido emocionalmente.
¿Por qué es importante escuchar detenidamente antes de opinar? Precisamente porque la persona que experimenta un conflicto esta totalmente emocional y requiere de un momento donde pueda desahogarse sin interrupciones.
La opinión propia esta sesgada por sus experiencias personales y en ocasiones, el afán de tranquilizar al otro puede llevar a usar expresiones como: tranquilo no pasa nada, lo que dices no es así, hay cosas peores etc., y esto lo que hace es que anula la emoción de quien esta en la situación difícil, por lo tanto, no estamos siendo empáticos cuando se minimiza la emoción.
Ser respetuosos con los sentimientos y pensamientos de la otra persona, mantener una actitud de mente abierta y receptiva donde realmente se sienta que estamos comprendiendo su situación.
Ser empáticos no quiere decir, que necesariamente estemos de acuerdo con la postura o reacción del otro, ser empático significa que estamos contemplando a un ser humano desde la emoción no desde el prejuicio.
¡No olvides!
Es importante que tengamos un balance en nuestra vida, es decir, permitirnos expresar lo nuestros propios sentimos y detectar la señales, emociones y sentimientos del otro nos facilita un adecuado desenvolvimiento en los contextos sociales, familiares y personales.
En muchas situaciones podemos acariciar el alma de la otra persona, a través de nuestra presencia. Así que desarrollar una empatía sana, vale la pena.
Escrito por: Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.
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