Conoce las causas que pueden provocar piernas hinchadas y cansadas, y cómo disminuir estas molestias.
Las piernas hinchadas y cansadas son un problema común que afecta a muchas personas en su vida diaria. Ya sea por largas jornadas laborales, falta de actividad física o problemas de circulación, estas molestias pueden interferir con nuestra calidad de vida y bienestar.
Existen técnicas simples y efectivas, como los masajes, que pueden ayudar a aliviar estos síntomas y mejorar la circulación sanguínea en las piernas.
Causas que pueden provocar que se hinchen las piernas
Las piernas hinchadas pueden ser el resultado de diferentes factores, estos son las principales:
Retención de líquidos
La retención de líquidos puede ocurrir por una ingesta excesiva de sodio, desequilibrios hormonales o condiciones médicas como la insuficiencia cardíaca, así como enfermedades renales, hepáticas o propias del sistema linfático.
Lesiones
Ciertas lesiones en las piernas, como torceduras, esguinces o fracturas, pueden causar hinchazón debido a la inflamación del tejido circundante como respuesta al daño sufrido.
Trastornos circulatorios
Problemas circulatorios, como la trombosis venosa profunda (TVP) o la insuficiencia venosa crónica, pueden llevar asociada una hinchazón de las piernas. La TPV advierte de un coágulo de sangre en una vena, mientras que la insuficiencia venosa crónica es la incapacidad de las venas para bombear sangre de vuelta al corazón de manera eficiente.
Condiciones individuales
Algunas condiciones médicas como la artritis, la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad de Crohn pueden contribuir a la hinchazón en las piernas. Además, las personas embarazadas y de mayor edad tienen más tendencia a retener líquido.
Medicamentos
Algunos medicamentos, como los anticonceptivos orales, los esteroides, o los orientados a la presión arterial alta y a la diabetes, pueden causar retención de líquidos y contribuir a la hinchazón en las piernas como efecto secundario.
Motivos por los que sentimos las piernas hinchadas y cansadas y consejos para aliviar estas molestias.
Prevención
Compartimos algunas recomendaciones a modo de prevención o para disminuir los síntomas:
Fatiga muscular
Estar de pie durante largos períodos o caminar distancias largas puede causar fatiga muscular. Esto se debe a la acumulación de ácido láctico en los músculos, que se produce como resultado del ejercicio o la actividad física. Al final del día, es conveniente recostarse y elevar las piernas por encima del nivel del corazón durante unos 15-20 minutos para reducir la acumulación de líquido y mejorar la circulación.
Mala circulación sanguínea
Cuando la sangre no circula adecuadamente a través de las venas de las piernas, puede acumularse en ciertas áreas, lo que puede causar molestias y fatiga. Usar medias de compresión ayuda a mejorar el flujo sanguíneo en las piernas al aplicar una presión controlada, algo especialmente interesante cuando la persona pasa mucho tiempo de pie o sentado.
Sobrepeso u obesidad
El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las piernas, lo que puede dificultar la circulación sanguínea y hacer que los músculos se sientan más cansados. Así, para mantener un peso saludable es importante llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente.
Posturas incorrectas
Mantener una postura incorrecta, ya sea al estar de pie, sentado o caminando, puede ejercer tensión adicional en los músculos de las extremidades inferiores. Hay que evitar estar mucho tiempo en la misma posición. Si la persona trabaja sentada durante largos períodos, hay que levantarse y caminar un poco cada hora. Si trabaja de pie, intenta cambiar de posición y realizar pequeños estiramientos para activar la circulación.
Calzado inadecuado
El uso de zapatos que no proporcionan un buen soporte o que son incómodos puede afectar negativamente la postura y la forma en que caminamos, lo que aumentará la sensación de pesadez. Es conveniente elegir unos zapatos que se ajusten bien a nuestros pies y nos permitan estar cómodos.
Desórdenes musculares o articulares
Condiciones como la artritis, la tendinitis, o bien las lesiones musculares, pueden causar dolor y fatiga durante la actividad física o el movimiento. Aplicar compresas frías o hielo envuelto en un paño y colocarlo sobre las piernas durante unos minutos ayuda a reducir la hinchazón y alivia la sensación de pesadez.
Uso de ropa ajustada
La ropa ajustada puede dificultar la circulación sanguínea. Es mejor optar por prendas cómodas y holgadas que no restrinjan el flujo sanguíneo en las piernas.
No llevar una buena hidratación ni seguir una dieta equilibrada
Pese a lo que pudiera parecer una hidratación adecuada ayuda a prevenir la retención de líquidos y favorece la circulación sanguínea. De igual forma, consumir alimentos ricos en potasio, como plátanos, espinacas y aguacates, que ayudan a regular los niveles de líquidos en el cuerpo y reducir la hinchazón.
Subir muchas escaleras a diario
Las personas mayores o con movilidad reducida deben valorar la utilización de salvaescaleras en su domicilio, que facilitan el desplazamiento de una manera segura y cómoda, reduciendo la tensión y el dolor de las piernas.
Falta de actividad física
La falta de ejercicio regular puede debilitar los músculos de las piernas y reducir la resistencia. Realizar actividades físicas de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta ayuda a fortalecer los músculos.
¿Cómo hacer un masaje efectivo?
Realizar un masaje para reactivar la circulación de las piernas es una excelente forma de aliviar la sensación de pesadez y mejorar el flujo sanguíneo. Lo primero que se debe hacer es buscar un lugar tranquilo y cómodo donde se realizar el masaje sin interrupciones y preparar aceite o crema de masaje para facilitar el deslizamiento de las manos sobre la piel y evitar la fricción. Después, basta con seguir los siguientes pasos:
- Calentamiento: comenzar frotando nuestras manos para generar calor antes de posarlas sobre la piel.
- Movimientos iniciales: colocar una pequeña cantidad de aceite o crema en las manos y comenzar masajeando suavemente desde los tobillos hacia arriba, lo que ayudará a estimular el flujo sanguíneo venoso.
- Amasamiento: con las palmas de las manos, realizar movimientos de amasamiento en los músculos de las piernas. Es necesario aplicar una presión firme pero suave, y trabajar desde la parte inferior de la pierna hacia arriba, centrándose en las pantorrillas y los muslos.
- Presión en puntos clave: identificar los puntos de tensión y presionar suavemente con las yemas de los dedos para liberar la tensión. Hay que prestar atención a zonas como las pantorrillas y la parte posterior de las rodillas, donde la circulación puede estar más comprometida.
- Movimientos circulares: utilizar las yemas de los dedos para realizar movimientos circulares alrededor de las áreas más afectadas por la hinchazón y la fatiga muscular, con el fin de estimular la circulación y aliviar la tensión.
- Estiramientos suaves: concluir el masaje con algunos estiramientos suaves de las piernas. Bastará con flexionar y extender las piernas o utilizar técnicas de estiramiento pasivo.
- Finalización: terminar con movimientos suaves y relajantes para calmar los músculos y promover la relajación general de las piernas.
Fuente: TK Home Solutions.
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