¡Sí amigos! ¡No todo lo que brilla es oro! Las amistad con derechos tienen también serios conflictos.
Hoy en día, el compromiso resulta complicado en todas las facetas de la vida, y particularmente en el terreno amoroso. La «amistad con derechos» se ha convertido en la principal forma de relación afectiva entre hombres y mujeres.
La principal característica de una “relación de rollo” es mantener un contacto íntimo con alguien, sin necesidad de comprometerse. En ella, dos personas quedan cuando quieren y tienen relaciones de tipo sexual, sin obligaciones posteriores. Es una relación en la que el principal vínculo es el sexual, y ese contacto tiene un abanico de posibilidades: desde unos cuantos besos hasta relaciones sexuales completas, y temporalmente puede durar una noche o prolongarse en el tiempo.
Factores que favorecen a la amistad con derechos
En una sociedad hedonista en la que el bienestar y el placer se asocia con felicidad, el contacto sexual se convierte en norma de conducta. Por este motivo, es muy frecuente que dos personas se conozcan, se atraigan y se líen. La pérdida generalizada del pudor facilita este tipo de relaciones, al abrir la intimidad corporal a alguien con quien no se mantiene una intimidad espiritual.
La tecnología ha contribuido a generalizar este tipo de relaciones exprés. Con dar unos “likes” piensas que tienes un/a amig@, y con un poco más eres susceptible de mantener una relación “sentimental”. Además, se difunden ejemplos de conducta destructivos, que sirven de modelo a la sociedad, distorsionando la sensibilidad de los jóvenes.
El consumo excesivo de alcohol fomenta las relaciones sexuales esporádicas, pues desinhibe, disminuye el autocontrol o anula la voluntad, haciendo cosas que nunca se harían sin su influencia.
La exaltación de la sexualidad hace hombres y mujeres sientan que valen por su físico y por el deseo que son capaces de despertar en otra persona. Al no valorarse suficientemente, entregan sexualidad para sentirse queridos, confundiendo placer con amor. A pesar del vacío que experimentan al sentir que no han recibido afecto tras la entrega corporal, siguen utilizando el mismo mecanismo para mendigar el amor que tanto desean.
Inconvenientes del sexo sin ataduras
Las relaciones de rollo se presentan como una necesidad placentera, sin consecuencias especiales en la persona, pero la realidad es que los inconvenientes de tener relaciones sin compromiso superan las ventajas.
Es poco probable que las relaciones de los amigos con derecho a roce acaben en noviazgo. Si puede “liarse” contigo sin necesidad de compromiso, ¿por qué se iba a complicar la vida? La relación concluirá cuando alguno de los implicados encuentre otra persona que le produzca mayor gratificación.
En esta situación, tarde o temprano puede ocurrir que una de las personas quiera tener una relación estable, y la otra no. Sin embargo, la relación puede continuar como estaba, y cada una de las partes tendrá un motivo diferente.
Quien se enamora puede aceptar continuar con estos contactos, y sin formalizar la relación, por temor a perder a la otra persona. Siente que es mejor tener eso que no tener nada. Pero alargar la relación de rollo ahonda la herida del que se ha enamorado: es necesario cortar. Por su parte, el que no tiene interés en formalizar la relación puede desear que continúen los contactos sexuales por el beneficio sexual que obtiene.
Cuando se avanza en el campo sexual, es fácil focalizar la relación en lo puramente carnal, no en la totalidad de la persona, y así el otro puede convertirse en objeto de placer sexual. Ese bienestar puede impedir experimentar la necesidad de desarrollar la intimidad emocional.
Las relaciones entre amigos con derecho a roce no son tan sencillas y libres como se predica. Existe una serie de reglas de comportamiento que hay que dejar bien definidas desde el principio, pues de otro modo surgirán malentendidos: habrá que decidir si podéis tener relaciones con otras personas, si tenéis la obligación de contaros vuestras “aventuras amorosas”, si os tenéis que llamar o si podéis comunicar a los demás vuestra relación, o se mantiene en secreto.
Es fácil y frecuente caer en una relación de rollo con una persona con la que se ha tenido anteriormente una relación sentimental, pues ya se han vivido esas manifestaciones de afecto. Puedes sentir que todavía le quieres, porque le echas de menos o porque tienes la ilusión de que todo cambie algún día. Pero frecuentemente los resultados no son positivos, pues vuelven a aparecer los patrones de conducta que llevaron a romper.
Superar la amistad con derechos
Si pretendes algo serio, no vayas de rollo. Para que las relaciones amorosas evolucionen correctamente, hay que profundizar en el conocimiento del otro.Para esto es fundamental el periodo de conquista. En este proceso se comprobará si los sentimientos iniciales son suficientes para fundamentar una relación que vaya más allá de la amistad. Para esto se requiere compartir muchos momentos juntos y grandes dosis de conversación que aumentan el conocimiento mutuo.
Si estás en una relación de rollo, hay que hablar y demostrar qué es lo que esperas de la relación. Si no lo haces, la otra persona pensará que estás conforme. En el caso de que conteste que le gustas pero que no quiere tener una relación contigo, tienes que asumir el rechazo y retirarte. No llamar ni escribir, no mirar sus redes sociales, ni buscarle; no presionar. Hay que dejar que te eche de menos. Así comprobarás si vuelve a buscarte o si por el contrario, le va bien el olvido.
Es frecuente que, cuando decidimos firmemente alejarnos, la otra persona insista en mantener el contacto para no perder el acceso a esa relación esporádica y sin compromiso. Quedas, te lías y vuelve a desaparecer… Es quien mejor conoce tus debilidades, y sabe cómo manipularte. Confía ciegamente en que al final vas a ceder.
Por ello, hay que aprender a decir “no” con rotundidad. De otro modo, se interpretará que solo queda insistir un poco más. Volver a reincidir se convierte en una esclavitud. El vacío que deja es todavía mayor.
Entonces, cuando te digan: “me gustas y quiero estar contigo, pero antes es mejor que estemos de rollo para conocernos y ‘si eso’, entonces salimos”…¿¿¿SI ESO??? ¡Aléjate! Necesitamos gente comprometida; y, en asuntos del corazón, con más razón.
Escrito por: Natalia Barcaiztegui, vía amafuerte.com
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