Compartir:

Armando y Margarita de Baquerizo tienen 57 años de casados, 8 hijos, 20 nietos y 3 bisnietos. Son una pareja que ha sabido sobrellevar momentos difíciles y disfrutar de los buenos. Desde 1986 son los dueños de la Librería Vida Nueva.

Armando: Vi a Margarita en una fiesta en el año 1955, le dije a una prima que me gustaría conocerla y así fue. Ella tenía 15 años y yo 19. Luego de varias salidas, me le declaré y el 31 de julio de ese mismo año comenzó nuestro romance.

amorMargarita: Recuerdo cuando Armando iba a visitarme, mi hermana menor se escondía detrás de los muebles y en la hora del almuerzo decía “Margarita y Armando se dieron un besito”. Yo sentía mucha vergüenza, en esos tiempos todo era distinto. Fuimos enamorados 5 años y un sacerdote nos aconsejó que un noviazgo no debería ser tan largo porque después las relaciones se acostumbran, lo mejor era formalizar, por lo que empecé a presionarlo (risas).

A: Pero yo estaba medio chiro y no sabía de dónde sacar los recursos (risas).

M: Igual nos casamos y meses después Armando me dijo que quería vivir en Estados Unidos. A mí el corazón se me hizo chiquitito porque soy de estar con mi familia. Ya estaba esperando a nuestra primera hija por lo que acordamos tenerla aquí y luego mudarnos.

A: Viajamos a Estados Unidos cuando Margoty tenía 3 meses y luego de ella llegaron 7 más: Andrés, Joaquín, Susana, Armando, Felipe, Luis Fernando y finalmente Irene, ella nació cuando nuestro último hijo ya tenía 10 años, por lo que tuvimos que retomar los pañales y las malas noches.

Entre juegos, paciencia y cariño

A: Ya en Guayaquil, recuerdo que la casa era un alboroto con 8 niños. En la mesa del comedor hacían los deberes y de repente empezaba el bullicio, corrían alrededor de la mesa y se volvía un caos, pero no me importaba yo quería estar cerca de ellos.

M: Fueron momentos en que debía tener mucha energía, paciencia y el apoyo de Armando. Además, siempre estuve consciente que una familia grande demandaba esfuerzo económico, por eso traté de ayudar sin dejar abandonados a mis hijos. Yo hacía los regalos de cumpleaños, los disfraces, su ropa, porque no podíamos tener más gastos. Luego me capacité en títeres para dar shows en cumpleaños y fui profesora de títeres en la universidad. Mientras tanto, Armando trabajaba con su padre. Luego fue gerente de una compañía de maquinaria y ocupó varios cargos en otras instituciones de la ciudad.

El equilibrio perfecto

A: En nuestro recorrido como pareja encontramos el Movimiento Familiar Cristiano al que decidimos incorporarnos. Esta actividad nos enriqueció como matrimonio y a su vez nos abrió hacia otros. Gracias a esto durante 25 años apoyamos a otras parejas dando charlas pre matrimoniales.

M: Tratamos de llevar una vida muy espiritual y agradecida con Dios. Cada día renovamos nuestros votos, no esperamos una fecha especial. Desde que nos casamos hemos rezado juntos, esto nos ha dado la fuerza para sacar adelante a nuestra familia.

A: Ha sido una hermosa experiencia, es algo que aprecio porque nos ha permitido crecer. Juntos hemos madurado en el amor.

M: Creo que he sido una alegría para Armando, yo soy más entusiasta, comunicativa y a él le gusta eso. Hemos tenido un hermoso matrimonio con altas y bajas, pero disfrutamos, reímos, estamos relajados. Por esto recomiendo a las parejas que esperen a esta época de la vida.

 

Por: Armando y Margarita de Baquerizo

Compartir: