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La experiencia de tener a tu bebé sobre tu pecho es única e irrepetible. Sin duda, marca el lazo de esa unión madre-hijo que existirá por el resto de la vida.

Desde el momento de la concepción, inicia este camino único de ser madre. Lo cargas en tu vientre, lo alimentas con tu amor por cuarenta semanas y finalmente, llega el momento de contemplar su rostro. Sus miradas se cruzan por primera vez, lo cargas sobre tu pecho con la certeza de que su cuerpecito dejará una huella impregnada sobre ti para siempre.  Este primer momento en que la madre tiene contacto físico, piel con piel, con su bebé, es lo que llamamos apego precoz. Existen varios estudios a nivel mundial que demuestran la importancia de este momento en la vida futura de un niño.

Un encuentro clave

Varios autores describen los beneficios físicos, psicológicos y el impacto en el desarrollo del bebé. Esta primera hora de vida, llamada también ‘La Hora de Oro’, es un momento en el que no debe existir ningún tipo de interrupción o interferencia entre madre e hijo, siempre y cuando las condiciones del bebé y la mamá lo permitan. Se sabe que un recién nacido experimenta nueve tipos de comportamiento instintivos en esta ‘Hora de Oro’. Inicia con el llanto para expandir sus pulmones, acompañado de un período de relajación en el que no mueve ni sus manos ni su boca. Posteriormente, realiza movimientos con sus hombros y cabeza que lo lleva hacia el llamado reflejo natural de búsqueda u hociqueo para encontrar el pezón. De esta manera se desplaza y se familiariza con el seno de la madre, y como acto instintivo, hace que el bebé abra su boca e inicie la primera succión. Este es un estímulo importante para la producción de leche y el inicio del amamantamiento.

Finaliza con períodos de sueño y calma que favorecen al mantenimiento y estabilización de la frecuencia cardíaca y respiratoria. El apego precoz favorece la termorregulación, es decir, la temperatura corporal del bebé se regula gracias a que la piel de la madre provee un ambiente cálido que evita el enfriamiento del bebé e incluso evita una caída del nivel de glucosa o azúcar. Importante mencionar que el beneficio afectivo para la madre y el niño es de gran escala, disminuye el riesgo de depresión post-parto por el estímulo de endorfinas en el cuerpo de la madre. Además, es un factor de protección para evitar el llamado Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. El estímulo a nivel psicomotor es vital desde ese primer contacto, existen una gran cantidad de conexiones a nivel neuronal que experimentará el bebé y proporcionarán una base para que el niño continúe desarrollándose.

Apego precoz en Ecuador

Actualmente, en nuestro país, la práctica del apego precoz es cada vez mas común. Estudios recientes de países escandinavos muestran que este es un factor preventivo para la sepsis neonatal o infección bacteriana severa de la sangre del bebé. Como vemos, las ventajas son múltiples, sin embargo, es necesario realizar una valoración adecuada y determinar si el recién nacido se encuentra en condiciones de estar sobre el pecho de su madre y evitar eventos adversos en el niño.

La información contenida en esta nota no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su médico podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.

Por Dra. Carolina Salvador
Pediatra
@pediatricsuio

 

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