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Practicar un deporte puede traer otros beneficios además del físico,

Como padres es normal esperar y querer que nuestros pequeños se desarrollen físicamente, que crezcan sanos y fuertes. Es por esto que muchos recurrimos a inscribirlo en un “deporte”. Sin importar la edad, la práctica del mismo resultará beneficiosa, pero en especial durante la etapa de la infancia y en estos tiempos ante la revolución tecnológica que hace que a nuestros pequeños les cueste más relacionarse con su entorno.

Algunos beneficios

El deporte como actividad física es apropiado ya que hace entrar al cuerpo en funcionamiento, aportando múltiples ganancias al desarrollo del sistema pulmonar y cardiovascular de los niños en edad de crecimiento. Pero, más allá de los parámetros físicos que la práctica del deporte pueda aportar, surgen otros por excelencia a partir de la actividad de integración, generando beneficios emocionales y de socialización. A continuación, te mencionamos algunos de estos:

  • Equilibrio emocional: El deporte libera energía soltando adrenalina, esto ayuda a reducir la tensión o estrés por alguna situación emocional que traiga consigo o a la que se enfrente el niño.
  • Habilidades sociales: Por lo general, durante las prácticas deportivas, el niño comparte tiempo con otros niños de su edad, esto le enseña a esperar turnos, trabajar en equipo, y a aceptar que puede ganar o perder. Además, le ayudará a abrirse a los demás, dejando atrás posibles problemas de timidez. Muchas veces los niños que practican deporte a diario, ganan alta confianza en sí mismos y se convierten líderes positivos entre su grupo de compañeros.
  • Capacidad de superación: Día a día notarán que el esfuerzo vale la pena, aprenderán a superar viejas metas e imponerse nuevas, a reconocer sus errores y ganarán confianza en querer mejorar.
  • Respeto: Un punto en el que comprenden que no solo hay que respetar a las autoridades, sino también a sus compañeros y oponentes, además de aprender a seguir las reglas básicas de los distintos juegos.
  • Responsabilidad: Aprenden a comprometerse con las actividades, y a tomar decisiones de manera consciente, teniendo en cuenta de cómo esto afecta al equipo. Es importante recalcar que el deporte crea hábitos y una rutina saludable.

Sin embargo, para que todos estos beneficios den fruto y puedan llegar a cumplirse, es importante que la actividad que se realice sea del completo agrado y disfrute del pequeño. Las generaciones futuras están creciendo, y llegarán muy pronto a una “adolescencia” en la que se expondrán a problemáticas como vicios, riñas, etc. Qué mejor que inculcarles desde pequeños la práctica deportiva como hábito saludable y estilo de vida. Nuestro objetivo debe ser siempre mantener el cuerpo en actividad para que la mente pueda conservarse fuerte y con estabilidad emocional.

Por Belén Proaño Serrano
Máster en Atención Temprana

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