Compartir:

A veces nos preocupamos de que nuestros hijos parece que no están aprendiendo. No todos los niños aprenden de igual forma. Ni todos tienen los mismos intereses. Como padres y como docentes es importante identificar el ritmo de aprendizaje. Y así reprogramar los métodos utilizados de acuerdo a lo más adecuado para cada niño.

De acuerdo a la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente (AACAP), en la edad escolar, uno de cada diez niños atraviesa problemas de aprendizaje. Las razones para esto son varias: déficit de atención, problemas de memoria, dificultad en el dominio de destrezas básicas como lectura y escritura, entre otras.

«La identificación de estos problemas se da primero en el aula de clases y en casa.»

La identificación de estos problemas se da primero en el aula de clases y en casa, donde profesores y padres notan las dificultades presente. Sin embargo, en ambos medios –hogar o escuela– el seguimiento no es fácil. En la casa muchas veces faltan las herramientas y un correcto asesoramiento profesional, así como en la escuela por falta de tiempo, no se entrega una atención personalizada en las clases.

Como sabemos que cada niño es único, es necesario identificar y reprogramar el ritmo y método de aprendizaje más adecuado para cada uno, por lo que las estrategias de aprendizaje deben ser variadas.

Tipos de alumnos

Según su método de aprendizaje presentamos 3 tipos de alumnos. Así como cuáles son las técnicas que se deben utilizar en cada uno:

    • El alumno visual: Es el que aprende mejor viendo el material mientras escucha. Mejora o refuerza su aprendizaje haciendo gráficos, resúmenes, esquemas, dibujos, trabajando en la pizarra, etc. Con estos niños se pueden utilizar estímulos audiovisuales como: videos, películas y programas de cómputo. Estos demuestran dificultad para seguir explicaciones orales, pues requieren de un mayor esfuerzo para seguirlas. Para obtener mejores logros académicos, se les puede recomendar utilizar la técnica de subrayado y que señalen lo más importante. Así como el empleo de fichas y carteles que son útiles para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
    • El alumno auditivo: Logran asimilar mejor el aprendizaje de lo que oyen, pueden aprender escuchando grabaciones, le es más fácil atender y fijar los contenidos de una exposición oral que de un texto escrito. Estos niños necesitan prestar más atención a las instrucciones escritas que a las orales.

 

  • El alumno kinestésico: Es el que aprende mejor haciendo. Se involucra en su proceso de aprendizaje mediante movimientos finos o con movimientos que abarquen todo su cuerpo. Tienen habilidad motora y prefieren participar antes que observar. Estos niños disfrutan involucrarse activamente en el proceso del aprendizaje haciendo algo. Responden muy bien en actividades deportivas, artísticas o tecnológicas.

Recomendaciones

Todo esto parte de una filosofía que, como prioridad, busca satisfacer las distintas necesidades de cada niño al momento de aprender. Esto es difícil de lograr en grupos grandes con horarios ya estructurados o sin ayuda profesional. Por esta razón es aconsejable identificar la metodología de cada niño para así utilizar las técnicas correctas.

Se recomienda llevarlo a un centro especializado que garantice la correcta observación, análisis y evaluación de sus habilidades y fortalezas. El objetivo es mejorar su nivel de aprendizaje, el conocimiento propio de aquellas herramientas que le son inherentes al niño y que le facilitan el proceso de aprendizaje.

Por: Isabella Roditti

Psicóloga Clínica

Directora de Homeworks

Compartir: