Los grupos expresaron en un documento escrito que sus familias e hijos no son un laboratorio social.
Dirigentes nacionales de iglesias cristiana, evangélica, apostólica, mormona, de movimientos laicos de la Iglesia católica, así como representantes de organizaciones sociales, suscribieron hoy un pronunciamiento de adhesión a la marcha nacional a favor de la familia y el matrimonio hombre-mujer. “La familia no es un laboratorio”, advirtieron los diversos grupos de la sociedad al firmar lo que denominaron un acuerdo histórico.
En conferencia de prensa, llamaron a los titulares de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial a respetar el derecho inalienable del papá y la mamá a educar a sus hijos y expresaron su total desacuerdo a que la familia y los hijos sean sometidos a experimentos sociales basados en ideologías de género.
Luis Gallego, representante de la Asociación conciencia Nacional, que agrupa a representantes de iglesias evangélicas registradas ante la Secretaría de Gobernación, dio lectura al documento suscrito por las diversas agrupaciones religiosas y sociales, que a través de siete puntos definen por qué marcharán el próximo sábado 10 de septiembre a favor de la Familia y del matrimonio entre un hombre y una mujer.
Subrayan, en primer término, su absoluto respeto a todas las personas y sostienen que no promueven ni incurren en ningún tipo de discriminación.
“No vamos a marchar por odio a nadie, simplemente queremos hacer valer nuestra voz y que se respete nuestras convicciones y creencias”, resaltó Luis Gallego.
Participaron en la conferencia de prensa el coordinador nacional del Frente Nacional por la Familia, Mario Romo; Samuel Sanchez Armenta, Obispo Presidente de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, A.R.; Julio Cesar Meléndez Olguín, Superintendente de la Iglesia de Dios del Evangelio Completo en México, A.R.; Elder Paul B. Pieper, Presidente de la Iglesia de Jesucristo de Los Santos De los Últimos Días en México, A.R.; Carlos Valles, Esther Grimaldi, Francisco Y Clari Bolívar, representantes de Unión Nacional de Movimientos Católicos – Juntos Por México, entre otros.
Todos ellos expresan, a través del documento suscrito, que la familia, en términos de la Constitución, es la unidad fundamental de la sociedad y piden al Estado que cumpla con su obligación, también constitucional, de velar por ella.
Vamos a marchar el 10 de septiembre, señalaron, porque tenemos la firme convicción y creencia de que los niños tienen derecho a no ser expuestos a contenidos inapropiados para su edad, y porque nadie tiene el derecho de seguirles mintiendo al decir que el sexo es la razón de su vida, que lo que quieran hacer está bien y que nada de lo que hagan con su cuerpo y sexualidad tiene consecuencias.
Bajo ninguna circunstancia, de ninguna manera estamos de acuerdo en que el Estado experimente con nuestras familias y nuestros hijos. No somos, ni permitiremos ser un laboratorio social.