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La Comunidad de Schoenstatt en Ecuador celebra las Bodas de Oro Sacerdotales del Padre José Luis Nieto Rengifo.

Con gratitud y alegría la Comunidad de Schoenstatt en Ecuador celebra las Bodas de Oro Sacerdotales del Padre José Luis Nieto Rengifo, la primera vocación ecuatoriana del Instituto de Padres de Schoenstatt.

 

 

José Luis Nieto Rengifo, un hombre de Dios

Recién graduado del Colegio San José La Salle e iniciando sus estudios universitarios en la carrera de Ingeniería Química, el joven José Luis, único hijo varón entre cinco hermanos, conoció el Movimiento Schoenstatt por su hermana Elsa y pronto en esa Comunidad encontró su vocación al Sacerdocio, recibiendo el Sacramento del Orden Sacerdotal en el Santuario de Bellavista, en Santiago de Chile.

En 1978 regresó a su Guayaquil natal y desde entonces ha estado al servicio del crecimiento material y espiritual de toda la Obra de Schoenstatt en Ecuador.

La abundante vegetación del Santuario Familia del Padre Hogar para el mundo, es fruto del esfuerzo y trabajo del Padre José Luis, quien de su propia mano y con la ayuda de los jóvenes que forman parte del Movimiento, inició la siembra de los primeros árboles en lo que hoy ya es un hermoso Jardín en ofrenda a la advocación de la Madre y Reina Victoriosa tres veces Admirable que allí se venera. Propulsor además de la construcción de la Iglesia de Peregrinos y la Casa José Engling, de reuniones para la juventud masculina del Movimiento.

Y precisamente en esa Casa José Engling se inició la Unidad Educativa Monte Tabor Nazaret, de la que el Padre José Luis es mentalizador y fundador; convertida hoy en una de las mejores instituciones educativas de la ciudad y del país y cuyo edificio de Artes lleva su nombre.

Su trabajo y forma de ser son valorados

Sin duda el ser sacerdotal del P. José Luis Nieto Renfigo tiene una profunda identidad paternal, que es el mayor mérito reconocido por cientos de feligreses miembros de la Familia de Schoenstatt, como lo recogen algunos testimonios que pudimos recabar:

“Durante toda su vida sacerdotal hemos tenido mucha cercanía con el por todos lados  donde ha pasado como seminarista o como sacerdote, ha dejado una huella muy paternal”, expresan Florentino y Ma Antonieta Briz.

“Es el orgullo de la familia ecuatoriana la primera vocación que dejo en alto los valores y las gracias recibidas de Schoenstatt que fueron fecundas en su vida. Agradezco todo el verdor del Santuario porque cada planta, cada árbol fue conquistado por el Padre José Luis, se la debemos a el a la insistencia conque el trabajo para ese Jardín de la Mater. Agradezco su sí que se ha ido haciendo pleno y lo ha ido santificando y haciéndolo un Sacerdote más sabio y acogedor”, Leticia Quiroz de Zambrano.

“En una confesión en que le dije: gracias Padre usted me da paz y él me contó que el Padre Kentenich les había enseñado que al confesar debían dejar a la persona con paz. Y cuando falleció mi mamá, el Padre José Luis me dijo: le recomiendo meditar una cualidad de su mamá que usted quisiera imitar, vivir. Jamás olvido eso y me ha ayudado muchísimo. Él ha sido amigo de mis hermanas y cuñadas por muchos años y ha visto crecer a mis sobrinos, siempre bromista y cariñoso y siempre Sacerdote», Beatriz Burbano de Arosemena.

En Revista Vive! nos sumamos también a la celebración de estos 50 años de vida sacerdotal del Padre José Luis, y rogamos a Dios por su vida, su salud y que siempre cuide de él y lo bendiga cada día.

 

 

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