La conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) hace un llamado a las autoridades electas y que gobernarán el país por los próximos 4 años.
Una vez que el pueblo ecuatoriano, ejerciendo su derecho y deber cívico de elegir, ha expresado su voluntad en las urnas los obispos de la Iglesia católica como hermanos y servidores de todos, hacen un llamado a las autoridades electorales a garantizar la transparencia y la veracidad delos resultados; a los candidatos simpatizantes y ciudadanía en general a esperar y aceptar los resultados oficiales con dignidad y patriotismo. La campaña quedó atrás. ¡Es la hora del Ecuador!
Nos dirigimos a quienes han sido electos para recordarles su compromiso de dar lo mejor de si, de tal modo, que las aspiraciones de nuestro pueblo sean satisfechas, tal como lo prometieron durante la campaña electoral.
Un llamado de unión
Nuestro llamado a superar los fanatismos ideológicos y las posiciones extremistas; a gobernar con sabiduría, a legislar con justicia y a fiscalizar con transparencia. En esta tarea debe primar el respeto al que piensa diferente y no el reflejo de imponer sus puntos de vista por muy buenos y legítimos que parezcan. El diálogo, en el sistema democrático, es imprescindible para garantizarla credibilidad de las autoridades y la confianza de los ciudadanos.
También nuestro llamado a estar siempre cercanos a la población, compartiendo y escuchando sus necesidades, especialmente a las personas más vulnerables, de tal modo que, juntos, encuentren las mejores soluciones.
Sin la cercanía, se corre el riesgo de reproducir e imponer modelos sociales, políticos, económicos y culturales que nacieron en otros contextos históricos o en sociedades diferentes de la nuestra. Necesitamos promover una cultura de la escucha, de tal manera que nadie se arrogue el derecho de pensar y decidir por el otro.
Nuestro llamado a asumir el poder como un servicio a la comunidad, especialmente a los más vulnerables, y no como un instrumento de dominación, de prestigio social o de privilegios personales, familiares y partidistas. Los pobres no son objetos ni medios para conquistar el poder y perpetuarse en él, sino sujetos de su propia historia.
Reconocer los derechos
Hacemos un llamado a reconocer y respetarlos derechos humanos fundamentales, comenzando por el derecho a la vida en todas sus expresiones, a la libertad individual social, política y religiosa, el derecho al a educación integral, el derecho a un trabajo digno y adecuado, el derecho a la salud, el derecho del a mujer a que su aporte a la sociedad sea reconocido y promovido, así como también el derecho de la naturaleza a ser preservada y defendida. Reivindicamos nuestro derecho a levantar nuestra voz profética para denunciar el olvido de los débiles.
Que el Señor resucitado nos conceda la sabiduría y la fuerza para juntos construir un Ecuador inspirado y sostenido en los grandes valores de la unidad, fraternidad, reconciliación, paz, justicia, equidad y la solidaridad.
Fuente: Consejo de Presidencia Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
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