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Para gozar de una vida saludable es indispensable mantener un orden a nivel interior y exterior.

¿Que es un estilo de vida saludable?

 Un estilo de vida saludable se refiera a una forma de cuidarse a diario de tal forma que está enmarcada principalmente, por la prevención de enfermedades y el fomento de la salud, esto con el objetivo de mejorar la alimentación y nutrición de la población. Así mismo incentivar a las personas a realizar actividad física y dejar el sedentarismo.

Beneficios de llevar un estilo de vida saludable

Vivir de forma sana, tiene múltiples beneficios, especialmente en nuestra salud, como es lógico. Según la organización mundial de la salud (OMS), el 90% de las enfermedades cardiovasculares son causadas por no llevar un control en nuestras actividades diarias.

Por lo tanto, mantener una alimentación saludable nos ayuda a prevenir enfermedades, aumentar la expectativa de vida, liberar tensiones y estrés, perder peso sanamente, evitar dolores musculares, favorecer la digestión, mejorar el equilibro y agilidad mental, nos mejorará el ánimo y la vitalidad.

Por eso, es importante ser conscientes y responsables con los alimentos que decidimos consumir, y fundamental para mantenernos saludables. Además, se convertirá en un buen hábito, que trascenderá en el tiempo, garantizando salud a las futuras generaciones.

Consejos para llevar un estilo de vida saludable  

  1. Limpia tu refrigerador y tu despensa

Bota toda la comida rápida o chatarra que tengas. Es decir, todas esas cosas que te hacen caer en “tentación”; porque la fuerza de voluntad nos puede hacer una “mala jugada” y en momentos de ansiedad, estrés o preocupación, podemos terminar comiendo aquello que nos aleja del objetivo, que es gozar de una vida saludable.

  1. Ve de compras al supermercado

Cuando vayas al supermercado come un pequeño snack previamente como una fruta, 1 vaso de yogurt o un puñado de frutos secos. Evita ir con hambre.

Siempre procura ir con una lista de compras donde incluyas una variedad de frutas, vegetales, legumbres y cereales integrales como: avena, quínoa quinua, arroz integral. Tubérculos como: papa, yuca, mote, camote, verde, etc. Trata de que el 80 % de tus alimentos sean de origen natural y evita los productos procesados como: embutidos o enlatados.

  1. Haz una lista

Cuando hacemos una lista de las cosas que queremos lograr u obtener, inconscientemente tratamos en lo más posible de concretarlas e incluso nos incentivamos a cumplirlas. De igual forma anota aquellas cosas que crees que debes trabajar, que afectan tu objetivo de poseer un estilo de vida saludable.

  1. Genera pequeños cambios

Lo más importante cuando uno quiere empezar con un estilo de vida saludable, es crear pequeños hábitos de vida sanos. No pretendas cambiar todo de un día a otro.

Programa tus cambios de hábitos saludables por semanas, por ejemplo:

  • SEMANA 1: disminuir el consumo de azucares y harinas refinadas como arroz, pastas o pan.
  • SEMANA 2: procurar aumentar el consumo de vegetales y frutas en las preparaciones de mis comidas principales.
  • SEMANA 3: Evitar hacer 3 comidas pesadas y preferible realizar 5 comidas con pequeñas cantidades. Esto te ayudará a controlar mejor el apetito.
  • SEMANA 4: Procura incluir una fuente de proteína magra en todas tus comidas principales (desayuno, almuerzo y cena).

Lo importante es ir incorporando buenos hábitos poco a poco, para que puedas sostenerlos a largo plazo.

  1. Incorpora el ejercicio

Trata de combinar ejercicios de fuerza con ejercicios cardiovasculares. Los ejercicios de fuerza ayudan a incrementar masa muscular, mejorar el metabolismo y tonificar. Por otra parte, los cardiovasculares queman más calorías y grasa corporal.

No es necesario acudir a un gimnasio. Puedes hacer rutinas en casa, o si recién estás incorporando el ejercicio a tu vida, comienza por hacer tu día a día más “movido”, por ejemplo: es preferible subir escaleras en lugar de usar el ascensor. Parquea el carro más lejos de tu trabajo para que te impulses a caminar. En tu hora de almuerzo, luego de comer, sal a caminar por los alrededores.

Recuerda que el ejercicio es esencial.

  1. Disciplina, constancia y paciencia

No debes perder la disciplina, constancia y paciencia durante todo este proceso. Ten presente que para poder visualizar un cambio te va a tomar al menos 12 semanas de mucho esfuerzo, por eso sé paciente y continúa en tu propósito de mejorar tu estilo de vida y que se apodere de ti.

Algo importante es, no compararte con alguien más. Cada cuerpo es distinto y evoluciona de manera diversa. Lo esencial es que aprendas a conocer tu cuerpo y a identificar qué le viene mejor y qué no, en cuanto alimentación. Registra tus progresos y mantente enfocado.

Sin duda, no es un hábito que se adquiere de un día para otro, pero podemos comenzar con pequeñas variaciones para mejorar nuestra calidad de vida, nuestra energía, concentración, entre muchas otras cosas. Siempre ten en cuenta que “pequeños cambios, grandes resultados”.  Todo se trata de un balance, no de extremos. No sucede nada si una vez al mes decides comer alguna comida o dulce en particular, porque tampoco tiene nada de malo.

Por Andrea Calle
Nutricionista y Dietista
Ig:@nutricionista_andreacalle

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