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El padre es fundamental en el proceso de desarrollo emocional y social de las hijas. Es su ejemplo masculino. ¿Qué enseñará un buen padre? Él modelará para su hija el tipo de hombre que ella debe buscar en el futuro

 

El papá es el primer amor en la vida de una niña. Y no hay nada malo en ello. Por otra parte, la existencia de este vínculo es vital, ya que en esa relación la niña va a formar el modelo de amor que desean recibir en el futuro.

 

La relación de la niña con su padre

El padre es el que trata de separar la hija de la madre, lo que le permite relacionarse con «el otro», lo diferente. Es de suma importancia para su madurez emocional. Según Freud, este proceso también es clave para la orientación sexual de la muchacha al entrar en la adolescencia. Porque al ver que la madre tiene una relación con su padre, la niña tiende a imitarla y se aferran a su padre, e incluso rivaliza con la madre por su amor. Con demasiada frecuencia, la hija dice que es «la novia de papá». Al darse cuenta de que su padre «pertenece» a la madre, la niña se identifica con ella y quiere ser como ella para ganar el amor de su padre. Esto más tarde se manifiesta en la búsqueda de los hombres con características similares a su padre. Por supuesto, todo sucede en un nivel inconsciente. La niña no sabe que este proceso ocurre, ni tiene la intención de que así sea.

 

¿Qué quiere una jovencita de su padre?

Una chica quiere sentirse querida y valorada. Ella quiere que su padre tenga en cuenta su belleza, su pelo ordenado, cómo le queda la ropa y que él sepa de sus éxitos en la vida. Ella quiere ser acariciada y elogiada por su padre.

Es muy importante que el padre responda a estas necesidades de su hija y que demuestra que está atento a ella y que la aprecia. Es muy importante que como padre le digas a tu hija que es hermosa, que se ve bien con su nuevo corte de pelo, o su vestido, o simplemente que la felicites por su buen desempeño. En una palabra, que le hagas sentir que te preocupas por ella y la amas.

En nuestra cultura, casi cada chica quiere ser «la princesa hija de un rey», y no está dispuesta a aceptar cualquier tratamiento menos que ese. Las críticas, aunque a veces son necesarias, no son bienvenidas. Si como padre tienes que llamarle la atención, procura hacerlo con amabilidad. Es muy embarazoso para una niña o una adolescente, escuchar a su padre decir que su pelo es feo o que ella no está oliendo bien.

 

¿Cómo ve una niña a su papá?

El padre es su primera referencia al mundo masculino y un modelo, tanto de cómo un hombre debe ser, como de cómo debe ser tratada una mujer. Si el padre es amable, la trata bien y es un ejemplo de virtudes, es probable que la chica busque este tipo de hombre cuando ella crezca y se relacione con un adulto. Lo contrario también es cierto. Si el padre es agresivo, autoritario, deshonesto, es lo que va a mantener a la hija como un hombre «modelo». Según Regina Rahmi, psicoanalista, la verdad es que el modelo paterno es lo que una mujer va a buscar «Como amigo, como novio, como esposo…»

Las niñas admiran a su padre, quieren agradarlo, conquistarlo y recibir su amor. El padre es fuerte y protector. Él es el proveedor y puede realizar sus deseos de consumo.

Por lo mismo, es deber del padre el ayudar a su hija a madurar y crear su propia identidad. La hija debe saber que ella no tiene que adaptarse para ser digna de recibir amor, o imitar a alguien para complacer a un hombre. Para ello, el padre debe mostrar amor y aceptación incondicional a su hija. Frases como: «Ya no te quiero, por eso que acabas de decir», o: «Ya no te quiero, porque sacaste bajas calificaciones en la escuela», le enseña a la niña que tiene que ser buena y hacer lo que el padre quiere, para poder ser amada, lo cual la hace desarrollar una baja autoestima e inseguridad. Ella llega a creer que si no es amada, es porque ella es mala. 

Vía: familias.com

 

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