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El sarcoma es un tipo de cáncer que ataca a los huesos y tejidos blandos. Hoy en día se conocen más de 70 subtipos de este mal.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, se estima que a nivel mundial se registraron 20 millones de nuevos casos de cáncer y 10 millones de muertes producidas por esta patología. Por lo que, se prevé que la carga mundial por dicha enfermedad aumente a unos 30 millones de nuevos casos para 2040, y el mayor crecimiento se producirá en países de ingresos bajos y medianos.

Uno de los tipos de cáncer no tan conocido por la población es el sarcoma y, su tratamiento dependerá de varios factores.

 

 

¿Qué es el Sarcoma?

Para el doctor Dale Shepard de Cleveland Clinic, el sarcoma es un tumor maligno (canceroso) que se desarrolla en los huesos y/o tejidos blandos. Estos pueden comenzar en tejidos blandos, como: la grasa (liposarcoma), el músculo (rabdomiosarcoma o leiomiosarcoma), los nervios (tumores de la vaina de los nervios periféricos), el tejido fibroso (fibrosarcoma), los vasos sanguíneos o linfáticos (angiosarcoma), y los tejidos profundos de la piel (sarcoma epitelioide).

En la actualidad, existen más de 70 subtipos de sarcomas y su tratamiento dependerá de varios factores, entre ellos: tipo de tumor, tamaño, ubicación y diagnóstico. De acuerdo con doctor Shepard, este tipo de tumor es raro y representan solo el 1% de todos los diagnósticos de cáncer en adultos y alrededor del 15% de los diagnósticos de cáncer infantil.

 

 

Diagnóstico y factores de riesgo

La sintomatología de esta enfermedad varía según la ubicación del tumor. Por ejemplo, es posible que algunos sarcomas no causen síntomas perceptibles en las primeras etapas. Mientras que algunos tumores pueden sentirse como un bulto indoloro debajo de la piel, y otros no provocan malestar hasta que crecen lo suficiente como para presionar a algún órgano.

Entre las principales señales que se deben tomar en cuenta:

  • Bultos nuevos que pueden generar malestar o no.
  • Dolor en una extremidad (brazo/pierna) o abdomen/pelvis.
  • Problemas para mover el brazo o la pierna (cojera o rango de movimiento limitado).
  • Pérdida de peso inexplicable.
  • Dolor de espalda.

Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta patología, como:

  • La exposición a productos químicos (exposición al arsénico y ciertos productos químicos utilizados para fabricar plásticos, herbicidas y conservantes de madera).
  • Exposición a altas dosis de radiación por tratamientos previos contra el cáncer o condiciones genéticas en ciertos trastornos hereditarios y mutaciones cromosómicas.

Los procedimientos para tratar esta enfermedad incluyen cirugía, radiación, quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia. En caso de ser diagnosticado con sarcoma, es importante considerar varias opciones de tratamiento y pronóstico con su médico de cabecera.

 

 

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