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A todos nuestros seguidores que son padres o desean serlo, ¡no se pierdan los consejos de paternidad de san José!

Como todos sabemos, la familia es el núcleo de la sociedad. Es, pues, la familia, una iglesia. En la familia encontramos la génesis de la sociedad y, además, está llamada a ser cuna de santidad, un hermoso refugio y un lugar donde el amor siempre sea la respuesta, donde una buena paternidad es fundamental.

Tan hermosa e importante es la familia, que Dios no quiso quedarse sin tener una, y nos regaló la Sagrada Familia de Nazareth, modelo para cada uno de nosotros, la dulzura y lo que Dios quiere de nuestras familias.

Cada miembro de la familia es único, especial e importante. Todos tenemos un lugar especial y una misión de amor en el hogar que el Señor nos ha dado. Hijos, madre, padre, todos tienen un papel fundamental, una misión especial de amor.

Reflexionemos lo necesaria que es la presencia maternal en la familia: el amor, la dulzura, la paciencia, la capacidad de ser maestra, educadora, la habilidad de la madre de ser quien une a la familia. ¡Qué preciosa misión de una madre en el núcleo familiar!

 

 

Un padre que custodie, un padre que proteja, un padre que ame

Hoy quiero invitarte a que meditemos en alguien en quien quizá antes no te habías detenido a pensar, en alguien cuyo papel en la familia es especial, importante y está llamado a ser reflejo de Dios mismo. Hablemos del padre. Hablemos de ese hombre que debe custodiar, cuidar, amar, proteger, ser hogar, ser luz, ser ejemplo, ser tan amoroso como Dios Padre lo es con cada uno de nosotros.

Estas palabras buscan homenajear a aquellos hombres que han sido fieles al don de la paternidad que Dios les ha dado. Recordarles también que la misión de ser padre es tan importante y tan necesaria en la sociedad de hoy en día. Exploremos juntos la misión especial que todo padre debería tener.

Junto a San José, el padre por excelencia, meditemos qué quiere el Señor de los padres y de los que anhelamos ser padres algún día, qué virtudes de este gran santo podemos imitar.

 

 

Mirar las virtudes de san José: ¡así construye un padre el Cielo para su familia!

La grandeza de san José fue tal que fue capaz de convertir un establo, lleno de animales, en un hogar. En el primer hogar, en el primer refugio de nuestro Salvador.

Un padre es custodio, un padre es protector de su familia, un padre ama y ama sin medida, buscando siempre cuidar a los suyos. Ese es el modelo de papá que necesita este mundo abandonado. Un modelo de padre que da la vida por sus hijos, que se desvive por su familia.

Un papá, ante vientos y mareas, no solo protege, sino que da paz, da seguridad. Como san José, a quien la adversidad no lo venció, sino que con diligencia y amor buscó proteger y cuidar el tesoro que le fue encomendado. Padres, todos ustedes en sus familias tienen un precioso tesoro que el Señor les ha encomendado cuidar.

Y es esta paternidad, amorosa y devota, la que el mundo necesita. Padres que escuchen, que con el ejemplo enseñen y eduquen en el amor.

Los padres que camina junto a sus hijos, que juntos recorran el camino a la santidad. Aquellos que luchan por amar a sus hijos como Dios Padre nos ama a cada uno de nosotros.

Definitivamente, san José es modelo de virtudes para empujarnos a vivir de esta forma.

¡Te cuento cuál era el secreto de San José respecto a una buena paternidad!

Definitivamente, lo que sostenía a José en esta hermosa aventura de ser padre era la vida interior. La oración como camino de amor, la oración como diálogo amoroso.

La oración como súplica de un Padre celestial que ama y un padre terreno que anhela asemejarse a tan grande amor.

Padres, busquen en la oración fortaleza, consejo, piedad, ciencia. Busquen en el diálogo profundo con Dios y en la intercesión de María. Busquen en el Sagrado Corazón de Jesús y encontrarán siempre que el amor es la respuesta de todo y para todo.

Hoy que los homenajeamos, padres, pidan al cielo ser como aquel que hasta el extremo nos ha amado. San José, intercede por quienes son padres, intercede por quienes anhelamos ser padres. Que tu intercesión poderosa nos enseñe el auténtico significado de la paternidad.

 

 

Escrito por: Alan Lugmania, Misionero del Movimiento Lazos de Amor Mariano, vía Catholic-Link.

 

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