La puntualidad no es un rasgo de la personalidad, sino un buen hábito que forma parte del orden. Es una filosofía de vida que respeta a los demás y que permite vivir más tranquilo.
Las personas que llegan tarde sufren consecuencias negativas como la falta de credibilidad (los demás ya no confían). Esta es sinónimo de desorganización, de no tener palabra, de ser poco profesional, por lo que puede ser motivo de estrés para quien llega tarde y para quien espera. Esto provoca el llamado efecto arrastre, en el que se termina por desorganizar su agenda, su tiempo y el de sus acompañantes haciendo de la impuntualidad contagiosa.
¿Eres una persona que nunca llega a tiempo? Si lo antes mencionado te suena familiar estos son diez consejos para trabajar tu impuntualidad:
- Detecta en que pierdes tu tiempo y limítalo: escribe en una agenda cuánto tardas en realizar cada actividad y cuadra lo que tienes planeado para que puedas llegar a todo. Tener una hora de inicio y otra de finalización también agilizará tu mente. No te compliques: cumple con los horarios.
- Organiza tus cosas: muchas personas impuntuales llegan tarde por falta de organización. Al salir de la casa les falta el celular, no encuentran las llaves, no saben dónde dejaron la agenda y un largo etcétera. Puedes calcular previamente cinco minutos más para lo que tengas que hacer antes de la salida.
- Cuenta con un margen de error: no establezcas los tiempos como si no existiera el tráfico o pensando en una reunión perfecta. Deja siempre un margen de 15 a 20 minutos.
- No postergues el momento de levantarte cuando suene la alarma: Uno de los mayores placeres para muchas personas es apagar el despertador y seguir durmiendo cinco minutos más. Si te gusta hacer esto déjalo mejor para los fines de semana.
- Calcula el tiempo que te lleva cada tarea de forma objetiva: No valores lo que te gustaría tardarte, sino lo que realmente inviertes. ¿Cuánto tiempo empleas en elegir la ropa, en desayunar, en maquillarte? ¿Cuánto tarda el trayecto de tu transporte, de caminar a la parada de autobús, al metro, hacer cola, sacar el boleto?
- Lleva reloj y consúltalo: El celular ha sustituido al reloj de muñeca, pero es más fácil mirar la hora en este que sacar el teléfono del bolsillo.
- Oblígate a llegar 10 minutos antes de cualquier cita: Por lo menos hasta que aprendas a manejar tu tiempo. Cuando hayas conseguido este logro, te puedes proponer llega solo 5 minutos antes, y posteriormente, dos minutos y así no fallarás nunca. Es preferible que tu esperes, a que tengan que esperarte los demás.
- Planifica tu agenda con racionalidad: Si saturas tu agenda con muchas actividades y tiempos imposibles de cumplir, es normal que siempre llegues pasada la hora.
- Si eres una persona olvidadiza, pon alarmas o anota las cosas en tu agenda: La memoria de trabajo, también conocida como memoria a corto plazo, da para lo que da. Si abusas de su capacidad de recuerdo, olvidarás temas que deberás atender fuera de horario y desorganizaran lo que tenías en ese momento.
- Aprende a decir NO: Las personas muy serviciales suelen tener problemas para decir que no a las peticiones y favores de otros. Rehúyen el conflicto y valoran tanto su colaboración y ayuda que terminan por sobrecargarse.
Recuerda, la impuntualidad habla mal de ti, no es buena compañera ni en tu profesión ni en tu vida personal.
Vía: YoInfluyo
