“La corrupción es un mal más grande que el pecado. Más que ser perdonado, este mal debe ser curado”. Papa Francisco
Francisco continuamente ha denunciado a “la peor plaga social”, que es la corrupción. ¿En qué consiste la gran movilización a la que el Papa está convocando para combatir este “cáncer que se lleva nuestras vidas”?
Un tema muy sensible
La corrupción es lo opuesto a la vida cristiana que promueve la Iglesia católica. Por eso, resulta muy impactante escuchar noticias de que existe corrupción en el Vaticano mismo, ahí donde se supone que no debería existir este mal.
Ya Benedicto XVI tuvo que enfrentar escándalos de corrupción, con motivo de las filtraciones de documentos económicos reservados de la Santa Sede, conocidas como “Vatileaks”.
Y Francisco, en una reunión con superiores religiosos, en noviembre del año pasado, al hablar de las reformas en la Curia romana, admitió con claridad: “hay corrupción en el Vaticano”, pero aclaró: “yo vivo en paz”.
El cardenal..Turkson, que..fue..nombrado prefecto del recién creado Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, acaba de publicar: “Corrosiones”, cuyo título completo es: “Corrosión. Combatir la corrupción en la iglesia y en la sociedad”.
El texto fue elaborado por el cardenal Turkson y por Vittorio Alberti, filósofo italiano que es miembro de ese mismo Dicasterio. El prólogo corrió a cargo del Papa Francisco, en el que hace importantes declaraciones sobre este gran mal social. (Televisa News, 15 junio de 2017)
Un gran mal para la sociedad
La corrupción no sólo es un problema eclesial, sino también una grave dificultad social. “La corrupción es la peor plaga social porque genera gravísimos problemas y crímenes que implican a todos”, explica Francisco en el prólogo.
Con palabras fuertes y claras, el Pontífice afirma que la corrupción es “el lenguaje de las mafias y de las organizaciones criminales en el mundo”. Y luego explica el daño que una persona corrupta se hace a sí mismo y a los demás, porque el corrupto “olvida pedir perdón, porque está sacio y lleno de sí”.
El Papa considera que esta lacra es “el origen de la explotación del hombre, de la degradación y de la falta de desarrollo, del origen del tráfico de armas, de la injusticia social y de la mortificación de mérito”. Y culpa a la corrupción de ser “la raíz de la esclavitud, del desempleo, de la incuria de las ciudades, de los bienes comunes y de la naturaleza”.
Propuestas para combatirla
Francisco no se limita a denunciar este grave mal social, sino que ofrece dos vías concretas para superar la corrupción. La primera es formar un “movimiento fuerte y constructivo”, un “nuevo humanismo” en el que colaboren creyentes y no creyentes.
La segunda propuesta consiste en “tomar conciencia del problema”, mediante “educación, cultura misericordiosa, cooperación por parte de todos, según las propias posibilidades, talento y creatividad”.
Epílogo
Qué importante es que un líder moral actual, como el Papa Francisco, le recuerde a toda la sociedad que la corrupción no puede ser aceptada como un modo de vida, aunque reporte ganancias económicas y puestos sociales.
Es claro el mensaje: la corrupción destruye la vida cívica paulatinamente, como un cáncer que debe ser combatido. Decirle a los corruptos que están equivocados y que no son un modelo de vida, ha sido un importante primer paso.
Por: P. Luis Fernando Valdés
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