Amarte no es malo, lo pésimo es que ese amor propio te aleje de lo que es realmente importante, como lo es Dios.
¿Cuánto debo amarme a mí mismo? El Evangelio de este domingo y su comentario nos recuerdan qué es lo más importante, aquello que debe guiar nuestras acciones, pensamientos y palabras.
Amarme lo suficiente pero sin excesos
Lectura del santo evangelio según san Marcos 22, 34-40:
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»
¡Escucha el comentario al Evangelio del domingo!
Escrito por: Padre Juan José Paniagua, vía Catholic-Link.
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