Los invitamos a leer y compartir con los más chicos del hogar el bello cuento «el vuelo de la mariposa», escrito por Valeria Castro Cubillo.
Esta es la historia de Mariquita, una linda mariposa de color azul y naranja que vivía en el Barrio Las Peñas de Guayaquil.
Era muy bonita y alegre pero tenía un pequeño problema, había nacido con una alita más pequeña que la otra y eso no le permitía volar como el resto de las mariposas, especialmente de las que formaban el club de vuelo que realiza cada año, acrobacias por las fiestas de julio en Guayaquil.
Cada año, las mariposas realizaban una acrobacia en algún lugar que indicaba el municipio, ya habían volado alrededor del hemiciclo de la Rotonda, alrededor del Reloj Público, pero este año, el reto era mayor, ya que debían hacerlo alrededor del edificio The Point, el más alto de la ciudad.
Todas comenzaron a prepararse para ese evento, con hermosas coreografías y acudieron a anotarse para la gran competencia en el mes de julio.
La amistad de las mariposas
Había dos mariposas en particular, Anastasia y Griselda, quienes se burlaban de Mariquita cada vez que ella intentaba volar alto y no podía hacerlo, fue motivo de una gran risa cuando se enteraron que se había inscrito para la competencia de julio.
Un día, mientras ensayaban, Anastasia soltó una enorme carcajada al ver que Mariquita no pasaba del segundo piso del edificio The Point, mientras que las demás estaban volando másallá de la cima, con enormes coreografías.
Mariquita se puso muy triste y se puso a llorar junto a una fuente de agua, cuando de un momento a otro se le acercó una pequeña y vivaz avispa, le dijo que se llamaba Lolita y que había visto todo lo ocurrido con las otras mariposas.
La consoló y le brindó su amistad, poco a poco comenzaron a pasear por la ciudad, pero lo más importante que aprendió de Lolita era el arte de volar muy alto sin necesidad de tener que abrir mucho las alas. Esto puso muy contenta a Mariquita, quien poco a poco fue tomando más confianza y aprendiendo a volar de una manera más rápida y veloz.
Ahora, el reto era ir a volar alrededor de The Point, sin que las otras mariposas se dieran cuenta de los grandes avances que había logrado. Estaban preparadas, habían entrenado mucho y Mariquita lo hacía muy bien.
Mariquita comenzó a volar ante los ojos de Lolita y sorprendentemente llegó hasta la cima del edificio y mucho más alto, inclusive parecía que más alto que las otras mariposas.
Mientras tanto, Anastasia y Griselda estaban muy contentas, ya que aparentemente Mariquita se había retirado derrotada de la competencia.
La gran prueba
El gran día de la competencia llegó, llegaron todas las competidoras y de repente, apareció una hermosa mariposa plateada, llena de brillos y que nadie conocía, solo Lolita sabía que aquella mariposa misteriosa era Mariquita.
Comenzó la competencia y poco a poco, aquella misteriosa participante volaba más alto que las demás, haciendo las mejoras acrobacias entre cada piso. Pero, lo que comenzó a ocurrir era que, en cada vuelo que hacía, los brillos plateados se iban saliendo del cuerpo de Mariquita, lo que hizo que poco a poco se dieran cuenta que era ella la participante misteriosa.
Finalmente, el alcalde extendió su mano indicando cual era la mariposa ganadora y que debía venir a ponerse en su mano para el declararla la ganadora del evento.
Para sorpresa de todos, llamó a Mariquita como la ganadora de las acrobacias, ella y Lolita se pusieron muy contentas, ya que gracias a su esfuerzo y enseñanza había volado muy alto y sin tener que abrir mucho sus alas.
Anastasia y Griselda se acercaron a pedirle disculpas por las bromas pesadas que le hicieron y la invitaron a ser amigas y que les enseñara esos trucos maravillosos que había aprendido para volar más alto y mejor.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, con una enseñanza de que, querer es poder.
Escrito por: Valeria Castro Cubillo, 12 años.
-
Lee también sobre: Cuento: «mi angelito negro».