Respondemos algunas dudas frecuentes sobre la exposición al sol de los niños.
En esta época de vacaciones no podemos olvidarnos de proteger la piel de nuestros hijos. Dicen los expertos que la piel tiene memoria y almacena todo el sol que hemos tomado desde pequeños.
Controlar el tiempo que están expuestos es lo principal, especialmente si todos los fin de semana hay viajes en familia a la playa. Tomar un poco de sol no es malo, nuestra piel necesita la vitamina D que nos proporciona. Solo tiene efectos positivos si se toma las precauciones necesarias. Les compartimos algunas recomendaciones para tener en cuenta estas vacaciones.
Horas para tomar el sol
Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Hay que evitar las horas centrales del día: entre las 11h00 y las 16h00, que es cuando los rayos caen de forma vertical y son más peligrosos.
Índice de protección solar
Un factor de protección 30 es suficiente para los niños. Si tu pequeño tiene la piel sensible, necesita un protector especial y debe llevar un gorro con una camiseta, incluso cuando se esté bañando en el mar.
Zonas del cuerpo que necesitan mayor protección
En niños y sobre todo en bebés, la cabeza, el cuello las orejas, los pómulos, la nariz, los hombros, la zona superior de los muslos, la planta de los pies y el empeine son zonas más propensas a las quemaduras. Si tienes bebés evita el sol directo, protégelos con gorro, camiseta, sandalias. Estas prendas pueden bloquear hasta el 97% de los rayos UVB que recibe el niño.
Frecuencia de protector solar
Como mínimo cada dos horas, pero si el niño está haciendo mucho ejercicio y sudando debes hacerlo antes del tiempo sugerido, aunque la crema sea resistente al agua y de muy alta protección.
Cuidarse también bajo la sombrilla
Al aire libre los niños siempre deben llevar crema solar. Las sombrillas, las nubes e incluso la sombra de los árboles no ofrecen la protección suficiente frente a la acción del sol, ya que filtran las radiaciones infrarrojas pero no los rayos ultravioleta, que además se reflejan en la arena.
Si el niño se resiste
Distraerle, contarle un cuento o irle explicando cómo y por qué se le da esa crema suelen ser medidas efectivas cuando el niño no consiente que se la apliquen. En estos casos, los productos con crema solar, que dejan una capa blanca sobre la piel, son muy útiles para asegurarse de que se ha protegido todo el cuerpo.
Cuidados de la piel luego de la exposición al sol
Es bueno bañar al niño o darle una ducha templada para quitar la sal o el cloro de su piel, y aplicarle una crema que hidratante para que repare los posibles daños producidos por el sol.
Se puede usar un after sun de adultos
Muchas hidratantes de adultos se pueden emplear también en niños. Sin embargo, los after sun para niños reúnen una serie de ventajas: su textura es ligera, son fáciles de extender, se pueden utilizar en cara y cuerpo, la piel los absorbe rápidamente, no suelen causar alergia y tienen ingredientes calmantes y refrescantes, como pantenol, aceite de almendras y glicerina.
Usar gafas de sol
Se aconseja que usen gafas de sol en las zonas en las que la radiación solar es más intensa, como las playas de arena blanca.
Con información de Ser Padres