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Ante el tiempo en el que vivimos… debemos tener presente que es nuestro deber como cristianos ocuparnos de quienes más necesitan.

Cuando el mundo entero está sucumbiendo ante lo inesperado, ante lo desconocido en todos los sistemas sanitarios a causa de la pandemia del Covid-19, la sociedad confinada en sus casas intenta cuidar a los más susceptibles… ahora sabemos que son aquellos seres dotados de años los que merecen nuestra mayor atención.

YO OPINO, que debemos de ocuparnos un poco más de ellos, has pensado: ¿Qué puedes hacer por su salud emocional?

Siempre valdrá la pena recordar sabios consejos bíblicos, uno de ellos dice: “Delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano”, Levítico 19:32. Ellos son muy importantes para la familia.

 

 

Consejos para practicar en casa

Les invito a practicar en casa estos consejos, los cuales nos llenarán de alegría al ver cómo ellos (los adultos mayores) recuperan un nuevo ánimo, un mejor semblante y un motivo más para seguir:

Lectura diaria

¿Qué tal la lectura? Júntate a ellos a compartir un tiempo prudente, escojan un buen libro, lleno de historias, proverbios y anécdotas reales.

Tracen un plan sencillo, síganlo y de seguro que alimentara saludablemente el espíritu de esa persona importante. Si gustas léelo o si aún se puede, deja que ellos lo hagan, pero no te alejes, a ellos les gustara ser oídos… con esto tú practicarás una de las más difíciles virtudes, la paciencia, pero al final la sensación que experimentarás te será grata.

 

 

Memorización

¿Qué tal la memorización? Para ello te recomiendo a diario tomen un verso corto, uno que inspire, repítanlo durante la semana, el cerebro empezará a ejercitarse y vaya que se lo requiere tanto como al cuerpo, y el provechoso conocimiento producirá un alma saciada.

Orar

¿Qué tal la oración? Sabías que Dios está en todas partes y que está escrito que tenemos libertad de pedir por lo que tanto deseamos (S. Juan 15:7), pues es una buena oportunidad para que cada día juntos puedan pedir nombrando a cada familiar cercano, no solo que te sentirás útil al hacerlo, sino que sin notarlo hablas abonado a la mente del adulto.

Reír juntos

Y por último… ¿qué tanto ríen juntos? Dice un verso: “El corazón alegre se refleja en el rostro”, Proverbios 15:13. No hay nada mejor que alegrarse por la satisfacción del deber cumplido.

Recuerda incluir a un grupo necesario en la felicidad de los ancianos, los niños, porque son los más ocurridos, los más felices y si los pequeños ya no están, recuerda sacar el niño que llevas dentro.

 

 

Escrito por: Pastor Eduardo Mora C.

 

 

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