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¿Por qué es bueno dejar que los niños se aburran? La mente necesita tiempo de descanso para poder ponerse a funcionar.

Dejemos que los niños se aburran…

Los recuerdos que tengo cuando era pequeña y me sentía aburrida, era el deseo de descubrir formas de poder distraerme u ocupar mi mente, entonces usaba los muebles de la sala como si fuera mi propia casa o un cuartel donde tenía que defenderme de aquellos que iban atacarme, en otro momento era cajera de un supermercado, y ni decir cuando salía al parques o al patio de mi casa creaba mundos mágicos en los alrededores, con los árboles, pero aburrirse no era una opción y menos ponerme a ver televisión.

Ahora con la tecnología y las grandes responsabilidades que los padres del hogar deben cubrir en sus jornadas de trabajo, el optar por lo más rápido de darles el celular para que se ocupen es una tentación grande sobretodo frente al cansancio de las actividades diarias; la Asociación Americana de Pediatría recomienda justamente evitar la tecnología, ya que los medios digitales pueden ser muy eficaces para mantener a los niños calmados y callados, sin embargo, no debe ser la única forma.

A los niños les gustan las pantallas por todas sus luces, premios, música, todo a un ritmo muy rápido, estos estímulos generados producen descargas de dopamina, que pueden ser adictivas; la sobreestimulación de los niños frente a los efectos de esta tecnología, puede ser cansancio, tristeza, enojo, etc. cuando disponemos a retirárselos.

 

 

Beneficios al dejar que los niños se aburran

En dosis moderadas, el aburrimiento ofrece una oportunidad valiosa de aprendizaje, puede estimular la creatividad, la resolución de problemas y motiva a los niños a buscar actividades que les resulten significativas; adicional es trabajar y enseñar a los niños a cómo identificar las emociones fuertes, pensar actividades para superar el aburrimiento, o calmarse usando técnicas de respiración y encontrar otras estrategias para identificar las emociones.

Tratemos de no normalizar el aburrimiento como una señal de angustia o de llamada de auxilio, puede ser incómodo, pero no necesariamente negativo, como padres es importante no alarmarnos cuando un chico expresa sentirse de esta forma, siempre y cuando esta sensación no se prolongue en el tiempo; recordar que el aburrimiento es un estado reactivo de la emoción, puede surgir cuando percibimos una desconexión entre nuestras metas y las actividades que estamos realizando, como una señal de interpretar nuestro ambiente como monótono, o que los estímulos son repetitivos, inexistentes o tediosos.

 

 

Planes diarios para los chicos

El tiempo libre sin organización puede ser incómodo para muchos niños, por tal razón darles planes diarios, previamente elaborados o revisados en conjunto con ellos, además del tiempo que se espera que dediquen a cada una de las actividades de forma individual o junto a ellos; les ayudará a concentrarse en la tarea y les proporcionará un ejemplo de cómo distribuir su tiempo para que puedan hacerlo de forma independiente, se puede también generar un espacio de compartir en familia para fomentar la interacción de todos los miembros de familia, a continuación detallo algunos ejemplos:

  • Desayuno o picnic con un juguete, peluche, familiar, amigo, etc.
  • Caza de insectos o recolección de cosas de la naturaleza.
  • Construir con los objetos de la casa: cuarteles, frentes de juego, castillos, etc.
  • Bloques o juguetes de construcción.
  • Rompecabezas.
  • Colorear o hacer manualidades.

El aburrimiento les ofrece a los niños la oportunidad de experimentar con el tipo de actividades que les resultan satisfactorias e interesantes, me atrevo a decir que los niños a lo mejor no descubran su amor innato por la naturaleza, los deportes o el arte, o incluso el placer que pueden encontrar solo relajándose o jugando, si no tienen estos momentos en donde el aburrimiento los invita a crear momentos o espacios.

 

 

Escrito por: Psi. Paulina Gaibor Espinosa. Celular: 0991183942.

 

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