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Un video breve y concreto para descubrir y vivir la libertad interior ¡de manera plena!

La libertad, ¿es hacer lo que queremos? Hoy día, muchos piensan que libertad es sinónimo de hacer lo que me dé la gana. Pero la verdadera libertad interior va más allá… ¡y el destino es increíble!

Hoy quiero compartirte un video que hemos desarrollado para explicarte qué es la libertad interior, un concepto desarrollado en profundidad por el autor espiritual Jacques Phillippe.

En menos de 10 minutos entenderás qué es y cómo alcanzarla, a partir de algunos consejos prácticos.

 

 

¿Qué es la libertad interior?

Puede parecer confuso al principio, pero ¿sabes quién nos dio el ejemplo más perfecto de esta libertad? Jesús. Él no deseaba la Cruz; incluso suplicó al Padre que apartara de Él ese cáliz.

Sin embargo, Jesús terminó su oración diciendo: «Que no se haga mi Voluntad, sino la Tuya».

Al renunciar a su voluntad para hacer la del Padre, Jesús fue plenamente libre. Este ejemplo no es un concepto abstracto, sino una realidad que todos podemos experimentar. Muchos santos lo han vivido, y es un camino accesible para ti y para mí.

 

 

Actitudes ante las dificultades

Te resumo tres actitudes que podemos adoptar ante situaciones difíciles (en el video verás más consejos concretos):

La rebelión

La rebelión es la respuesta natural ante la injusticia, la frustración o el dolor. Buscamos desafiar las normas, luchar contra lo que nos oprime y tomar el control de nuestra situación. Sin embargo, la rebelión a menudo conduce a la ira, el resentimiento y la violencia, generando más conflicto y sufrimiento en lugar de paz.

La resignación

Nos rendimos ante la adversidad, creyendo que no hay nada que podamos hacer para cambiar nuestra situación. Esta actitud nos priva de la esperanza y la posibilidad de mejorar nuestras vidas, dejándonos estancados en la pasividad.

La aceptación

La aceptación es la alternativa que nos libera. Reconoce las dificultades, pero no se rinde ante ellas. En lugar de rebelarnos o resignarnos, elegimos afrontar la realidad con valentía, confianza y esperanza. Aceptar no significa ser pasivos, sino un acto de fe que nos libera de las cadenas del temor y la ansiedad y nos ayuda a encontrar un sentido en lo que vivimos.

Aceptamos la realidad con una confianza activa en Dios, extendiendo esta aceptación a todos los aspectos de nuestra vida: a nosotros mismos, al sufrimiento y a los demás con compasión y perdón.

 

 

Escrito por: María Belén Andrada, comunicadora e ilustradora, vía Catholic-Link.

 

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