Padre, pronto una amiga se casará y seré su dama de honor. Todos me dicen que debo organizar la despedida de soltera pero la temática de la fiesta “debe girar” en torno a connotaciones sexuales y no estoy cómoda. ¿Cómo puedo convencerlas de lo contrario? Marcia C.
Gracias por la oportunidad que me das de aclarar este asunto. Aprovecharé para dirigirme a hombres y mujeres. Tu pregunta me llena de preguntas, y la primera que me viene a la mente: ¿Es que acaso no es obvio por qué está mal?
Me imagino que la despedida de soltero es una ocasión para compartir con alegría e ilusión lo que será la celebración del Matrimonio. Las personas que organizan esta fiesta quieren compartir el gozo de que una amiga(o) haya encontrado al amor de su vida y lo hacen, quizás, para recordar momentos agradables de su época de soltera(o).
Es una ocasión, para alegrarse por el próximo estado de vida, la de ser en adelante una esposa, y luego una madre. Entonces, ¿por qué pensar que las despedidas de soltero(a) tienen que tener connotaciones sexuales? ¿Por qué se despide la soltería de esa manera? ¿Qué mensaje quieren transmitir? ¿Será que lo que se quiere decir es que tienes que despedir de todas estas cosas que podías hacer cuando eras soltera(o) y ahora no podrás hacer? ¿Será la mejor manera de terminar tu vida de soltera(o)?
Si es así, entonces mejor no vale la pena que esa persona se case por la Iglesia. Porque no ha comprendido lo que es el amor, ni lo que es el recto uso de la sexualidad, y menos lo que es el matrimonio. ¿Es que acaso te están diciendo, “date una escapadita” ahora que todavía puedes? Y yo pregunto: ¿Puedes? La respuesta es No. Tu vida de casada será reflejo de lo que ha sido tu vida de soltera y eso incluye la despedida de soltera. No caigas en el juego de la mentira y la irresponsabilidad de vivir la vida sin Dios.
Hay una frase en la Biblia que dice “De lo que rebosa el corazón habla la boca” (Lc 6,45). Entonces, ¿de qué está lleno el corazón de una persona que piensa que esa es la manera de despedir a una novia(o)? Lo grosero y burdo, ¿son las únicas maneras de divertirse? Quienes participan de este tipo de fiestas, se hacen cómplices de la degradación del hombre y de la mujer al reducir al hombre y la mujer a un mero objeto de placer sexual.
Cómo puede un chico(a) pararse frente al altar, y decir que va a ser fiel para toda la vida si unos días antes ha estado prestándose a cosas que no ayudan a la fidelidad.
Cómo puede un chico(a) pararse frente al altar, y decir que va a ser fiel para toda la vida si unos días antes ha estado prestándose a cosas que no ayudan a la fidelidad. Pueden ser cosas pequeñas, pero de allí nacen grandes infidelidades. “Habéis oído que fue dicho no adulterarás. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer deseándola ya adulteró con ella en su corazón” (Mt 5, 27-28). Aprovecho también para hablar de las despedidas de soltero, donde llevan prostitutas(os), gente que se desnuda, etc. Considero eso una incoherencia total.
Les recomiendo a esas personas que mejor no se casen por la Iglesia. El matrimonio es algo muy serio, y quien piensa que puede participar, activa o pasivamente, de esos espacios y caminar hacia el altar como si nada pasara, está completamente equivocado y les sugiero evaluar su fe. Pregúntale a tus amigas, por qué la fiesta tiene que tener esa connotación, a ver si tienen alguna razón sensata que justifique tal temática.
Escúchalas y creo que de sus mismas respuestas, obtendrás la respuesta. No estoy oponiéndome a la diversión, pero esta tiene que ser sana, sin olvidar que somos seres humanos, y tampoco olvidarse que somos cristianos.
Por lo tanto, un católico nunca debería participar de este tipo de despedidas de soltero; y si vas y eres sorprendida, y te das cuenta de que la connotación de la fiesta es esa, retírate. Ya lo dice Jesús en el Evangelio: “Si tu ojo te es ocasión de pecado arráncatelo” (Mt 5,29), hablándonos de la radicalidad con la cual tenemos que actuar, contra el pecado o toda situación que nos puede llevar al mal. Tenemos que esforzarnos por ser cada día más coherentes con nuestro ser cristianos y no consentir con un mundo que muchas veces le da la espalda a Dios y degradando la visión del ser humano.
Por P. Enrique Granados
Sodalicio de Vida Cristiana
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