Tanto la esposa como el esposo pueden querer lo mismo en la relación, pero cada uno de una forma distinta al otro y entender esa clave puede hacer que un matrimonio se mantenga firme.
Mi esposa Ashley y yo recientemente conversamos con una pareja que se había distanciado y que estaban tratando desesperadamente de volver a sentirse conectados como esposos. Les hicimos algunas preguntas para ayudarles a llegar a la raíz de los problemas de su relación y cómo podrían tomar medidas para volver a conectarse. No se estaban haciendo daño intencionalmente o abandonándose, y sin embargo, ambos se sentían heridos y abandonados. En pocas palabras, no se estaban cumpliendo sus necesidades.
Después de un buen debate, los dos se dieron cuenta de las cosas que tenían que mejorar para ayudar y servir mejor al otro. Parecían animados y optimistas sobre la creación de nuevos hábitos que les ayudaran a ambos.
Todos los matrimonios pasan por temporadas en las que uno o ambos esposos tienen la sensación de que sus necesidades no están siendo satisfechas, y si esto no se controla, puede generar resentimiento y, finalmente, incluso el divorcio. Remediar el problema a menudo comienza con la simple identificación de cuáles son las principales necesidades tanto de él como de ella.
Cada pareja es diferente, por lo que no me gusta hacer generalizaciones, pero después de conversar con muchas parejas on line y en persona, estoy convencido de que esta lista representa con exactitud a la mayoría de los hombres y la mayoría de las mujeres. Obviamente, tienes que comunicarte con tu cónyuge para determinar cómo las necesidades de él/ella pueden ser diferentes de la lista de abajo. Hay muchas más necesidades que las incluidas en la siguiente lista, pero ésta un buen comienzo.
En lugar de listar las necesidades, voy a dividirlas en cuatro categorías principales:
1. En la relación global: la mayor necesidad de las esposas es el amor, la de los esposos es el respeto.
El libro pionero Amor y Respeto, escrito por Emmerson Eggerichs, describe bellamente este sencillo pero profundo principio por el cual la mayoría de las mujeres tienen una necesidad profunda y permanente de amor y la mayoría de los hombres tienen igual necesidad de respeto. Esto se demuestra tanto con nuestras palabras como con nuestras acciones. Las mujeres anhelan escuchar a sus esposos decirles “Te amo” con frecuencia y de forma auténtica, y los hombres necesitan escuchar frases de respeto y aprecio como“Gracias” o “Te valoro”, con la misma frecuencia.
2. En el dormitorio: la mayor necesidad de las esposas es la sensibilidad, la de los esposos es la frecuencia.
Normalmente (no siempre) los hombres tienen una mayor necesidad de alta frecuencia en el dormitorio, pero también necesitan aprender a ser sensibles al hecho de que las esposas se conectan de manera diferente. El placer mutuo y la conexión íntima en el dormitorio requieren que el esposo sea sensible a la necesidad de su esposa de tener una conexión emocional y no sólo el acto físico por sí mismo.
3. En la comunicación: la mayor necesidad de las esposas es la frecuencia, la de los esposos es la actividad.
La necesidad de una comunicación frecuente para mayoría de las mujeres tiende a ser tan importante como la necesidad de intimidad sexual frecuente para la mayoría de los hombres. Cuando digo “actividad” como una necesidad de comunicación para los hombres, me refiero a que las mujeres tienden a ver la comunicación/conversación como una actividad en sí misma, pero los hombres tienden a ver la comunicación como algo que gira en torno a alguna actividad. La actividad puede ser algo tan simple como ir a dar un paseo, conducir o trabajar juntos en un proyecto. Esto suele a ayudar a que los hombres se abran más.
4. En el hogar: la mayor necesidad de las esposas es la seguridad, la de los esposos es la paz.
La mayoría de las mujeres quieren que el hogar sea un “lugar seguro” donde su marido está trabajando en colaboración con ellas para satisfacer las necesidades de la familia y proporcionar estabilidad y seguridad (financiera, física y en todos los demás aspectos). Por otra parte, los hombres, en su mayoría, quieren que su casa sea un refugio donde pueden experimentar la tranquilidad lejos de las presiones del trabajo y la vida. Cada casa (especialmente con niños pequeños), tendrá un montón de momentos de ruido y caos, pero en general, trabaja en conjunto con tu cónyuge para crear una atmósfera de aliento, apoyo, seguridad y tranquilidad para todo el mundo bajo tu techo.
Vía: pildorasdefe.net