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El celular ¿bueno o malo para la relación? Te invitamos a leer hasta el final esta opinión y así puedas sacar tus propias conclusiones.

Las pantallas y el uso del celular, definitivamente, han cambiado nuestros hábitos y formas de relacionarnos. Hoy se trae a debate el uso del móvil por parte de niños en los colegios. Así, es lógico que surja la duda: ¿el uso del celular puede perjudicar tu relación de pareja? ¿O piensas que podría ayudar? ¿O es indiferente? ¿Cuáles son los peligros? ¿Cuáles las oportunidades?

 

 

El uso del celular ¿qué puede suponer para tu relación?

Ten muy presente lo siguiente:

Cuando están lejos

Quizás, puedes pensar que el móvil nunca ha sido necesario para mantener relaciones de parejas sanas. Nuestros padres y abuelos usaban para comunicarse el teléfono fijo o las cartas manuscritas. No tenían WhatsApp. No tenían redes sociales. No tenían email.

Es cierto que el celular nunca fue necesario. No obstante, también, es igual de cierto que, cuando estáis lejos el uno del otro, el uso del celular te puede acercar. Puedes mandar un mensaje y decirle que le quieres o que le echas de menos.

No necesitas mucho esfuerzo. Ni supone mucho tiempo. Una llamada o un mensaje desde la lejanía te acercan. Cuando están lejos, el móvil puede acercaros el uno al otro.

 

 

Cuando están cerca

Cuando están cerca la cosa cambia: probablemente, el uso del celular es tan habitual en tu vida que tiendes a echar mano del celular en cualquier momento de descanso. El celular puede convertirse, entonces, en tu principal foco de atención y entretenimiento. Así, revisas mensajes, miras las redes sociales, lees noticias…

Es importante recordar, cuando están cerca el uno del otro, descansar en el otro. Es fundamental escucharse, mirarse a los ojos, prestarse la atención necesaria, fijarse en los detalles, en la ropa, en un gesto, en una palabra…

Así el celular, o la Tablet, o cualquier pantalla, sin darte cuenta, puede suponer una barrera que impide ver al otro como se merece. Cuando están cerca, el celular podría alejarlos el uno del otro.

 

 

El apoyo emocional

Cuando están lejos, esa comunicación rápida que nos permite el celular nos ayuda a dar apoyo emocional, a salvar las distancias y sentirnos cercanos, a dar cariño y sentir respaldo.

Esa cercanía, desde la lejanía, nos puede permitir ser más empáticos, más comprensivos, más cariñosos. O, por lo menos, nos puede ayudar a serlo, a estar cerca cuando el otro lo necesita. Un mensaje sencillo como, por ejemplo,“entro en la reunión. Luego te llamo al salir. Te echo de menos” es un detalle amoroso. No es necesario más. Y eso nos acerca el uno al otro a pesar de la distancia. Luego, al salir, una llamada rápida para contar qué tal te ha ido.

Herramientas para mejorar la vida en común

Además, las aplicaciones colaborativas ofrecen un soporte para gestionar temas de la casa. Así, los calendarios compartidos pueden ayudar a tener en mente citas, reuniones, fiestas familiares. Los avisos te pueden ayudar a acordarte de ese cumpleaños o ese aniversario y recordártelo, además, unos días antes para que no se te olvide comprar un detalle para hacer de ese día una ocasión especial…

Las aplicaciones de tareas compartidas pueden ayudaros, también, a repartir mejor las tareas de la casa, a hacer encargos, listas de la compra, compartir noticias, fotografías, vídeos…

Todas estas aplicaciones son muy útiles para mejorar la comunicación y para hacer más sencilla la vida en común. Por eso, pueden ser muy positivas para la relación.

Distracciones

Sin embargo, el uso excesivo de las pantallas también nos puede distraer de lo importante de las relaciones. Nos puede llevar a una desconexión emocional, a una falta de atención mutua. Sucede porque, cuando estan al lado el uno del otro, la mejor forma de conectar entre vosotros es dejar de lado el móvil y mirarse a los ojos, charlar, comentar las cosas…

Hay momentos como el desayuno, la comida o la cena en los que el celular debería quedarse fuera del alcance de la mano, porque sin darte cuenta, tiendes a mirarlo en el momento en el que la conversación hace una pausa.

Lo mismo pasa cuando se van a la cama: sumergirte en el scrolling de redes sociales en vez de preguntarle al otro qué tal ha ido el día o cómo se presenta el día mañana es una trampa que debes evitar. Está claro que es el momento en el que debes priorizar el tiempo íntimo y compartido con el otro. Y el celular puede ser un obstáculo, una distracción.

 

 

Dependencia digital

La utilidad del celular ante muchas circunstancias de la vida no quita que pueda aparecer una cierta dependencia digital. La dependencia digital es una adicción a la tecnología o a dispositivos digitales como móviles, tablets, redes sociales, etc. y que pueden llevar a un uso compulsivo y descontrolado que no puede evitarse.

La dependencia digital tiene un impacto dañino en las relaciones en general y en la relación de pareja en particular. Nos aleja del que tenemos más cerca.

Esta dependencia reduce el contacto visual, la comunicación efectiva y las conversaciones constructivas y profundas. La dependencia digital puede requerir incluso de ayuda profesional y hay que estar muy atentos para mantenerla a raya.

Los celos

La interacción con otras personas en redes sociales o en aplicaciones de mensajería, también, puede generar desconfianza y celos en tu pareja. Los celos pueden ser fruto de la inseguridad y de la falta de confianza, pero son también una señal de que algo más profundo no está funcionando.

Está claro que los dispositivos digitales son parte de la intimidad propia y no es sano ni recomendable revisar mensajes del otro. También, es evidente que, en una relación, tiene que haber comunicación y confianza plenas. Así, tampoco debería importar que uno viera lo que dice el otro.

Cuando los celos entran en una relación es bueno intentar profundizar más en qué puede haber detrás: infidelidades, mentiras, inseguridades… Establecer límites, tener reglas, cuidar la privacidad y fortalecer la confianza serán claves para gestionar los celos cuando surjan.

Los celulares no son buenos ni malos. Pueden acercarnos al otro cuando está lejos, pero también pueden separarnos del otro cuando está cerca.

En los momentos de intimidad, de cercanía: comidas, cenas, conversaciones, paseos, antes de acostarse, intenta que el celular esté lejos, incluso del alcance de la mano. De este modo, evitarás que, instintivamente, recurras a él como distracción o, incluso, como apoyo emocional.

Por otro lado, en los momentos de lejanía: durante el día, cada uno en el trabajo, cuando esté uno de los dos de viaje, etc., intenta recurrir al celular para sentirte cerca, para repartir empatía, para dar apoyo y sentir apoyo. Intenta que el móvil se convierta en apoyo emocional y en una herramienta para mejorar vuestra vida de pareja. Entonces, evita que suponga una fuente de distracciones, que genere dependencia digital o que sea origen de los celos.

 

 

Escrito por: Fernando Poveda, autor del libro: La pareja que funciona. Blog: laparejaquefunciona.com

 

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