Por Mag. José Manuel Rodríguez Canales Director Académico del Instituto para el Matrimonio y la Familia – http://roncuaz.blogspot.com/ |
Hay quienes dicen que el mundo está llegando a su fin. La contaminación, las inmensas injusticias sociales, la corrupción universal de las costumbres, el relativismo tiránico y asfixiante, la debilidad de la Iglesia para sostener verdades fuertes, la crisis en la que está.
Tienen razón, pero la tienen tanto como cualquiera de los que dijeron lo mismo antes. Y es verdad, porque el mundo viene llegando a su fin desde que comenzó, exactamente igual que cualquier vida personal: desde que nacemos comenzamos a morir, que sea hoy o mañana no añade ni quita nada a la fragilidad de la vida, lo que importa es cuánto amamos. Por eso Jesucristo nuestro Señor nos invita a velar en la esperanza.
Se me ocurrió un sonetito, un poco rengo pero es lo que hay:
Sonetito sobre el fin del mundo
Que el mundo se acabe, todos lo sabemos,
desde que nacemos ¿cuándo? nadie sabe
Por eso lo único que cabe es tratar de ser buenos y veraces en lo que hacemos lo demás solo Dios sabe
Venga el agorero de turno a decir cuándo no le haga caso cristiano siempre será falsa la fecha
Vaya nomás con paciencia andando haciendo el bien al hermano es lo único que el tiempo no deshecha