El título de “Padre Nuestro” o Padrenuestro proviene del latín Pater Noster y es el nombre de una oración cristiana dada a conocer por Jesús de Nazaret, según relatan los evangelios de Mateo y de Lucas”.
Desde niños aprendimos a rezarla y a ver a Dios como nuestro Padre. Un Padre cercano, al que debemos santificar su nombre y hacer presente su Reino.
Un Padre al que pedimos se haga su voluntad y que la aceptamos en nuestras vidas, aunque a veces nos cueste entenderla.
Un Padre que nos da el pan de cada día y que nos compromete a que ese pan llegue a todos.
Un Padre que nos enseña a perdonar porque hemos experimentado su perdón fruto del amor y misericordia por nosotros.
Y un Padre, que nos ayuda a no caer en la ocasión o situación de pecar y nos libra de todo mal.
Según A. Fabra: “Es la oración cristiana común por excelencia para las confesiones mayoritarias: para los que somos católicos, es el resumen de la doctrina cristiana, para los protestantes es el modelo de oración cristiana y, según los ortodoxos, es la oración perfecta”
Por esto, el pretendido “padre nuestro de Chávez”, y lo pongo con minúsculas porque no merece ser escrito con mayúsculas, me causó indignación. Al respecto, Monseñor Roberto Lückert, Arzobispo de Coro, Venezuela, consideró como “un insulto a la cristiana católica venezolana” dicha oración creada por los militantes chavistas.
Mi hermano Obispo la tildó de “aberración” y dijo que “hacer una oración como ésta es demostrar que lo quieren los chavistas es seguir cultivando la imagen del presidente “eterno”.
No me meto en política de un país, pero no permitamos como creyentes que manipulen tan bella oración. No nos quedemos callados. Levanto mi voz de hombre de fe y de Obispo… Exijamos respeto y oremos la oración del Padre Nuestro con mayúsculas porque creemos en el Dios de la Vida y no en un hombre mortal, al que quieren hacer “dios”.
Mons. Alfredo Espinoza Mateus, sdb
Fuente: Diario La Prensa de Riobamba
