Los padres educan a través de la instrucción, el modelaje, los contactos realizados, los vínculos construidos y los contextos organizados.
El rol de los padres es muy importante en el desarrollo de la familia, los niños en la primera infancia aprenden por imitación.
Hasta los 8 años la influencia del hogar es muy amplia, más adelante influyen variables externas, así que depende de las bases que se dan hasta esa edad para que el contexto exterior sea asimilado de forma más saludable. Esto no quiere decir que después no se puedan modificar conductas, solo se debe tener en cuenta para aprovechar al máximo los primeros años de los niños.
Es de los padres de quienes los hijos reciben mensajes para su vida, es ahí donde se aprenden los valores, el significado del amor y la mirada incondicional. Por lo tanto, tener una relación sana como pareja y con los niños dará como resultado adultos fortalecidos y saludables emocionalmente.
Inteligencia emocional en el hogar
Sin duda la inteligencia emocional es la base para que las personas disfruten al máximo de la interacción con los demás y aprendan de las circunstancias difíciles.
Gestionar las emociones es el resultado de un aprendizaje constante. Un niño no sabe cómo manejar lo que siente así que es trabajo de los padres guiarlos. Lo primero que ellos ven es cómo reaccionan sus papás frente a las problemáticas. De ahí la importancia de aprender a conocer que cada emoción es válida y funcional y si entendemos porque llegan evitamos que estas se desborden.
Si un niño tiene una discusión con su hermano, puede sentir rabia, y en lugar de usar expresiones como “malcriado” hay que ayudarle a ponerle un nombre a su emoción y enseñarle que una vez su emoción se haya equilibrado el podrá solucionar el malentendido. Así el niño no se sentirá peor, sino que aprenderá que experimentar enojo es normal y que pasara pronto.
En casa los niños observan cómo es la interacción de pareja de sus papás, y es muy importante el mensaje que les estamos dando acerca del amor. Por ejemplo, los problemas se deben solucionar a través del diálogo, es relevante que los más pequeños de casa vean que sus padres tienen momentos para ellos, que se divierten y que también tienen dificultades, pero las solucionan de forma adecuada respetuosa y sana.
Dentro del hogar son los padres quienes deben demostrar con el ejemplo que en casa existen reglas y responsabilidades, es decir, todos en casa de acuerdo con la edad realizan una actividad, sin tratarse de género sino más bien de un trabajo en equipo constante. Un padre debe tener una mirada incondicional hacia sus hijos, y esa mirada acompañada de limites respetuosos llevan a un equilibrio.
Requerimientos de los hijos
Padres sus hijos requieren ser escuchados, contenidos, motivados y valorados. Un niño debe ser observado siempre, no solo cuando está portándose de acuerdo con las expectativas de los padres, un hijo no debe dejar de ser amado por su esencia.
Ningún niño debería escuchar de sus padres, palabras como: “no te quiero porque te portaste mal o porque no hiciste la tarea”, él debe entender que siempre lo van a amar y que los limites no son lo mismo que dolor ni indiferencia.
Es posible que un hijo en un futuro no recuerde con exactitud las palabras que se le dijo, pero si recordara lo que le hicieron sentir. No se puede ser un padre perfecto, pero si se puede ser un buen padre.
Escrito por: Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.
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