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Durante la etapa de gestación la madre y su bebé pueden conectarse de una manera mucho más profunda a través de ejercicios.

 

“Sentir los movimientos de mi bebé cuando estoy dentro de la piscina crea una conexión. Te tranquilizas, sin todo el tema del exterior, del trabajo, de tus hijos. Es un momento para mí y el bebé”, diceEliana Larrea, una embarazada que acude regularmente al centro Embarazo Saludable, en Guayaquil. Aquí, las mamás experimentan mucho más de cerca la vida que se está formando dentro de ellas.

Christina Montalván, fundadora de este centro, asegura que a través de ejercicios y terapias de relajación propone una alternativa divertida que permite crear un vínculo afectivo entre madre e hijo, antes de su nacimiento.

“Es común escuchar que una embarazada tiene que estar acostada, comer y volver a acostarse. No existe una cultura de un embarazo en movimiento y saludable, un embarazo de “voy a comer bien y hacer ejercicio”, pero no para bajar de peso, sino para sentirse bien por el bebé que está por venir”, comenta Christina. Su objetivo primordial es que la madre vaya acoplándose a la llegada del nuevo bebé, acogiendo los cambios que se van dando. “La idea es que a lo largo de todo el embarazo, esté haciendo ejercicio y estos cambios vayan dándose con mayor naturalidad”, añade.

La importancia de fortalecer el vínculo madre e hijo en el embarazo, es que, por un lado, si viene un niño con alguna necesidad especial como autismo, Síndrome de Down o Asperger, discapacidad auditiva, etc., sea un niño aceptado desde antes de nacer y amado desde su concepción. Y por otro lado, ayuda a que el apego familiar sea mucho más fuerte y la lactancia sea mejor.

 

Ejercicios que benefician a ambos

Eliana Larrea, de 34 años, va por la semana 25 de su embarazo y afirma que con los ejercicios  puede notar las diferencias. “Me siento mucho más fuerte y ágil, en el anterior embarazo no hacía nada, vivía con estrés; ahora estoy mucho más relajada”, señala. Tanto la madre como el hijo se benefician de manera afectiva y física mediante ejercicios como aquagym y estimulación musical prenatal.  

Algunos de estos beneficios son: ayuda al drenaje linfático, es decir, a deshinchar completamente; fortalece músculos de brazos, piernas y pelvis; ayuda a relajar la columna que está muy comprometida con el embarazo; libera el estrés; brinda tranquilidad, paz, armonía, mayor fortaleza, agilidad y resistencia; evita el cansancio prematuro.

Aquagym: Se realiza en una piscina temperada, que simula el ambiente donde se encuentra el bebé, esta actividad mantiene a la madre ágil, saludable y en forma. Consiste en ejercicios con pesas para  fortalecer los brazos y ejercicios de movimientos de pelvis con el fin de encajar al bebé y tener una pelvis fuerte que permita el parto natural.

Mi bebé y yo: Son ejercicios con música y juegos de sonido que se emiten en una grabadora o que realiza la mamá con algún instrumento. Todos estos sentimientos y pensamientos positivos se transmiten al bebé por medio de las hormonas, ya que las mamás liberan endorfina (hormona de la felicidad), la cual viaja directamente por el torrente sanguíneo al cordón umbilical del bebé. Así, el niño se siente amado y protegido desde antes de nacer, por todo lo que su madre le transmite.

 

Por Anna Tapia
Estudiante de Periodismo

 

 

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