Al hablar de empresas familiares es importante plantearnos cuál es la meta última de esta y qué legado queda para la familia.
Según la RAE, legado es: la “disposición legalmente formalizada que de un bien o de una parte del conjunto de sus bienes hace el testador a favor de alguien y que debe ser respetada por el heredero o herederos”, también hace referencia a: “aquello que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”, y es sobre esto último que vale la pena enfocarse. El profesor del Munich Business School, PhD. Marc-Michael Bergfeld, invitado por la Cuarta Cumbre Internacional de Empresas Familiares realizada en Quito y Guayaquil menciona que “cuando la gente habla de legado se refieren a lo que tiene que ver con lo económico”, pero para que esto no se transforme rápidamente en una batalla legal y en conflictos familiares, es necesaria la creación de un legado duradero. Para que esto suceda hay tres partes muy importantes a tomar en cuenta:
1. El legado emocional
Este se refiere a la historia familiar: de dónde viene, su identidad y su historia. Como parte de la “siguiente generación” es importante que esta historia sea compartida, que se transforme en “cómo somos”, “cómo queremos continuar nuestra historia”. De esta forma para la generación joven el legado empresarial no sería una obligación, sino algo de lo que siente que pertenece.
2. Legado de valores
En enfoque hacia los valores se divide en cuáles son los valores familiares y los que se toman de esta dinámica para la empresa. Abarca el espectro de cómo se hace negocio, qué tipo de orientación hacia los negocios, pero también cómo son las dinámicas dentro de la familia en el trato. Generalmente los valores de la familia tienen que ver con los valores de la empresa, si la familia se trata con respeto, igual lo hará dentro de la empresa con sus trabajadores.
3. ¿Qué hacemos?
Dentro de este punto es importante el sentido de pertenencia, este se refiere también a la parte económica, pero principalmente a la necesidad de una generación de emprender para que la siguiente generación tome las riendas. Al pertenecer a este quehacer del emprendedor, la siguiente generación logra combinar aquel legado del pasado, con su presente y lo que espera para el futuro.
¿Quién decide qué es el legado?
Bergfeld resalta la necesidad de adaptarse a las necesidades de la generación actual: los millenials. “Hoy en día con los jóvenes que han viajado, que han estudiado en otros lugares, no funciona esa visión de que un Senior que deja su gran legado para que lo tome la siguiente generación”, comenta. Es necesario que para que el legado sea fuerte y duradero, se discuta con la próxima generación, porque sólo si ellos lo toman y aceptan perdurará, “sino va a ser una ilusión de la generación anterior, que termina con la muerte de la generación Senior”, menciona Bergfeld
Es importante que los emprendedores recuerden que el legado no viene solo de la generación “que está dejándolo”, ya que, si la próxima generación no lo recibe o no siente pertenencia, eso por lo que se trabajó toda la vida para asegurar la prosperidad familiar es básicamente NADA. El éxito final, la última creación y la más importante de un emprendedor es discutir el legado e incluir a las siguientes generaciones, comunicándose efectivamente con ellos para asegurar una trasferencia, ya que sin esto último la empresa se va a caer.
Marc-Michael H. Bergfeld es professor titular de Global Entrepreneurship & International Family Firms en el Munich Business School. Es PhD del Manchester Business School con supervisión externa del Tsinghua University en Beijing (China) y ha recibido educación en Venture Capital & Private Equity en el Harvard Business School. Es co-fundador de varias empresas y dirige el Courage Group, incluyendo el instituto de investigación y educación ejecutiva “Courage Center of Global Entrepreneurship & Family Firms at Munich Business School”, y la consultora para empresas familiares “Courage Partners”. Conoce más sobre Marc-Michael y su trabajo, en sus cuentas de Instagram: @michabergfeld y @courage_familybusiness . |
Por: Carol Arosemena A.
Máster en Comunicación y Educación