Entre las canchas y el estudio

Son jóvenes que financian su universidad con becas de estudio en el extranjero.

Tienen intensas horas de entrenamiento y estudio, pero viven una oportunidad profesional que les abre las puertas al mundo haciendo lo que más les gusta: competir. Por su excelente nivel deportivo, estos ecuatorianos, obtuvieron una beca de estudios que los llevó a las aulas de las mejores universidades de Estados Unidos.

Jorge Chedraui – 23 años

“El fútbol es mi trabajo”

Estudiar en el extranjero nunca estuvo entre sus planes, su futuro estaba enfocado en convertirse titular de un equipo de primera categoría. Se formó en las líneas inferiores del Club Sport Emelec como delantero y desde sus 15 años jugó varios campeonatos por el equipo azul.

A nivel nacional hizo una buena carrera futbolística que se completó junto a la selección de Ecuador cuando participó en los Sudamericanos y las eliminatorias mundiales sub 18. Hoy, este joven de 23 años, tiene una beca completa de estudios en Estados Unidos y comparte su talento deportivo en la universidad Freno Pacific, de California.

“Para mí el fútbol es como mi trabajo, no te pagan directamente, pero yo lo veo como si ganara 35 mil dólares al año, que es lo cuesta mi carrera”, señala este delantero ecuatoriano. En su equipo hay peruanos, españoles, brasileros, serbios, ingleses, mexicanos y confiesa que, aunque existe una amistad entre ellos, se vive un ambiente competitivo por la titularidad de los partidos. “Si no das lo mejor de ti y no te cuidas no juegas, así de simple”.

Entrena todos los días por la tarde y a veces en la mañana, pero para Jorge este es un trabajo que disfruta. “No me veo no jugando, si no fuera deportista no sé que sería de mí porque el fútbol me ha ayudado a crear disciplina, me motiva a cuidarme, a esforzarme en mis entrenamientos. Me ordenó mi vida”.

Y aunque a su llegada a California fue difícil adaptarse a la cultura americana, revela que es una experiencia que cambia la vida. “Cuando me fui de Ecuador ya no tenía esas ganas de dedicarme a ser futbolista, pero por la competencia que existe  allá empezó otra vez ese sueño que implica cuidarse, dar lo mejor de ti y eso te hace crecer”, señala.

Jorge se gradúa a finales de este año en Marketing y Comunicación y no descarta la posibilidad de perseguir su sueño de jugar en un equipo de primera división.

Doménica González – 19 años

“Jugar tenis me ayudó a madurar temprano”

Este año inició su segundo semestre de Ciencias Forenses en la universidad Texas A&M, gracias a una beca que obtuvo por su trayectoria en torneos internacionales de tenis. Roland Garros y US Open fueron algunas competencias en las que esta deportista dejó en alto el nombre del Ecuador.

Para Doménica, el tenis se convirtió en su forma de vida a los 7 años. Dividía sus días entre las tareas de la escuela y las horas de entrenamiento. A sus 15, se mudó a Argentina para especializarse más en este deporte y nunca se imaginó que este país la llevaría a ubicarse entre las 23 mejores tenistas del mundo, categoría Junior. Su destacada participaciòn en torneos internacionales la ubicaron en este ranking mundial.

Por todo este recorrido en el mundo del tenis, hoy su universidad cubre el 100% de sus estudios, vivienda y alimentación. Empezó la carrera de medicina el año anterior y desde el primer día se convirtió en una de las principales jugadoras del equipo femenino de tenis en Texas A&M.

Su fuerte son los partidos singles, pero es muy buena jugando dobles también. Nos cuenta que el inicio de las temporadas de juego son las épocas más difíciles para estudiar, “pero los profesores apoyan bastante, te facilitan la entrega de trabajos; incluso casi toda la universidad te va a ver porque ahí promueven bastante un ambiente de familia”.

Si hay algo que la haría regresar a Ecuador es su gente. “En Estados Unidos la vida es muy sola, son muy fríos mientras que nuestra cultura es más cálida, más cercana”.

Ella está convencida de que el tenis le permitió crecer más rápido que las chicas de su edad. “Por ser un deporte en el que juegas sola en la cancha, me ayudó a madurar temprano”.

Ahora Doménica se prepara, junto al equipo femenino de su universidad, para competir en la nueva temporada de torneos que inicia en febrero.

Roberto Maspons – 18 años

“Voy a demostrar que puedo ser titular”

Sus papás descubrieron el talento que tenía para el fútbol desde pequeño, una afición que para Roberto nació jugando entre amigos.

Se inició como lateral izquierdo en la selección del Torremar, más adelante optó por el mediocampo, pero su estrategia la perfeccionó en campamentos internacionales de fútbol. Viajó dos años consecutivos a Barcelona, España para participar en Soccer Services y en la escuela Gerard Piqué 3 (GP3), donde entrenó durante dos meses y jugó partidos de las divisiones inferiores.

Alcanzar este nivel deportivo le permitió obtener una beca de estudios en la universidad Indiana Tech. “Me voy este año en septiembre y estoy emocionado, ya hablé con el entrenador y está seguro que en mi vida lo más importante es lo académico, así que por ese lado no habrá ningún problema”, señala.

Las intensas horas de entrenamiento para alcanzar este rendimiento futbolístico lo llevaron a sacrificar fiestas y reuniones, “pero al final todo esto valió la pena”, nos dice. Este joven -fanático del wakeboard y las carreras 10k- recomienda a quienes estén buscando una beca deportiva empezar el proceso

de aplicación dos años antes de la graduación. “Entre más temprano te preparas, más

tiempo tienes para mejorar tu nivel y lograr una buena presentación con los entrenadores”.

Hoy, Roberto juega en la sub 18 de Guayaquil Sport, se prepara para llegar con buenas condiciones físicas a Indiana Tech y demostrar que está listo para ser titular del equipo de la universidad.

Por: María José Tinoco
Editora
mtinoco@revistavive.com