¿Cómo fortalecer el sistema inmunológico? Conoce consejos basados en evidencia científica para incluir en tu rutina diaria.
Nuestro sistema inmunológico desempeña un papel vital en la protección contra enfermedades e infecciones, pero para actuar como línea de defensa debemos asegurarnos de que funcione correctamente. Esto implica desde una buena elección de alimentos hasta la adopción de hábitos saludables que impactan directamente en el buen funcionamiento de este sistema.
Consejos para fortalecer tu sistema inmunológico
Compartimos varias ideas de cómo hacer para fortalecer tu sistema inmunológico:
Prioriza los alimentos de origen vegetal
Incluir frutas y verduras coloridas en tu dieta diaria es una de las mejores formas de asegurar la ingesta de nutrientes esenciales para el sistema inmunológico, como: las vitaminas C, D y el mineral zinc, además de las vitaminas A, E, B6, B9, B12, cobre, hierro y selenio.
Muchas vitaminas tienen acción antioxidante y promueven la inmunidad, ya que combaten el daño causado por los radicales libres que pueden enfermar y envejecer nuestras células.
Invierte en suplementos
La suplementación es una opción saludable, práctica y sabrosa para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes que normalmente no se obtienen en cantidades suficientes de los alimentos.
Consume fibra en cantidades suficientes
La fibra favorece el buen funcionamiento del intestino y también modula la microbiota intestinal. Un intestino sano y una microbiota equilibrada son pilares importantes para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
La fibra se puede consumir a través de alimentos de origen vegetal, pero los suplementos pueden ayudar a alcanzar las recomendaciones diarias que oscilan entre 25 y 30 g.
Bebe más agua
Una hidratación adecuada es fundamental para el buen funcionamiento de todo el organismo, especialmente de los tejidos y células responsables de la inmunidad. El agua constituye aproximadamente el 70% de nuestra masa corporal. Mantenerse hidratado es esencial para un flujo sanguíneo adecuado, la regulación de la temperatura corporal y otras funciones vitales.
Duerme bien
Mientras dormimos, el cuerpo recupera y reequilibra sus diversas funciones, que van desde la reparación de tejidos y células, hasta la adecuada producción de hormonas, anticuerpos y otras células involucradas en la inmunidad. Por tanto, la respuesta inmune está regulada por un sueño adecuado.
Haz ejercicio con regularidad
Tener una rutina regular de actividades físicas ayuda a mejorar la circulación y otras funciones corporales, permitiendo que las células del sistema inmunológico funcionen mejor en todo el cuerpo. Un ejemplo de ello son las numerosas sustancias que libera el músculo durante el entrenamiento y que favorecer la salud general, especialmente la inmunidad.
Maneja el estrés
El estrés crónico libera cortisol, una hormona que actúa para suprimir la respuesta inmune. Por ello, busca formas de afrontar situaciones estresantes del día a día, como meditación, clases de yoga, mindfulness, paseos por el parque, sesiones de psicoterapia, etc.
Evita el exceso de azúcar y grasas saturadas
En exceso, pueden perjudicar la función de las células del sistema inmunológico, haciéndolas menos eficaces para combatir las infecciones. Así como consumir exceso de grasas saturadas puede provocar inflamación crónica, debilitando la respuesta inmune. Busca el equilibrio en tu dieta.
Fuente: Nataniel Viuniski, nutricionista y miembro del Consejo de Nutrición de Herbalife.
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